Polonia se une tras el trágico accidente
El cuerpo del presidente polaco Lech Kaczynski fue repatriado ayer a Varsovia, donde sus compatriotas de todas las tendencias políticas se unieron para rendirle homenaje.
Los restos mortales de Kaczynski fueron recibidos en la capital polaca pasado el mediodía por su familia y toda la clase política polaca durante una ceremonia oficial.
Sólo la madre del difunto, hospitalizada en estado muy grave, no fue informada del trágico suceso por decisión de su otro hijo, el ex primer ministro Jaroslaw Kaczynski, informó el portavoz del hospital militar de Varsovia, el coronel Piotr Dabrowiecki.
La hija del presidente, Marta, fue la primera en arrodillarse ante el féretro cubierto con la bandera polaca. Después fue el gemelo de Lech, Jaroslaw, quien le rindió homenaje. Permaneció un largo rato arrodillado ante el ataúd antes de apoyar en él su mano y persignarse con el rostro impasible.
Altos responsables, entre ellos el presidente de la cámara baja del Parlamento, Bronislaw Komorowski -jefe de Estado interino-, se recogieron también uno a uno ante el féretro, que abandonó el aeropuerto al son de la Marcha Fúnebre de Frederic Chopin para recorrer las calles de la capital hasta el palacio presidencial, en el centro histórico de Varsovia. Miles de polacos se agolpaban desde las primeras horas de la tarde a lo largo del recorrido previsto para darle el último adiós.
Desde las 18:00 de ayer, toda Polonia está un duelo nacional tras una noche de homenajes improvisados y de oraciones por las víctimas de la catástrofe.
Las misas dominicales, muy concurridas en este país con un 90% de católicos, estuvieron dedicadas a las víctimas. "Rezamos por nuestra patria. Confiamos en que el sacrificio de nuestros hermanos dé buenos frutos, aporte paz y reconciliación a todos los polacos", declaró el cardenal Stanislaw Dziwisz, durante una misa en la catedral de Wawel, en Cracovia.
A mediodía, se guardaron dos minutos de silencio en todo el país y los centros comerciales, lugar de reunión de muchas familias los domingos, permanecieron cerrados, mientras en los edificios públicos y en las ventanas de apartamentos ondeaban banderas a media asta.
También te puede interesar
Lo último