Al Zintan nunca se vendió

La ciudad fue uno de los primeros lugares que se levantó contra el régimen de Gadafi, conmocionado por una actitud que no esperaba de sus habitantes

Un vendedor de patatas cuenta dinero ante una mujer en Rashid Street, en el centro de Trípoli.
A. B. Clasmann (Dpa) / Trípoli

03 de octubre 2011 - 05:03

Los habitantes de Al Zintan supusieron desde el principio de las revueltas un quebradero de cabeza para Muamar el Gadafi, que no pudo disuadirlos ni con grandes sumas de dinero, amenazas y misiles. Como el famoso pequeño pueblo gálico de los cómics de Astérix, la ciudad no dejó de hacer frente al dictador.

Las montañas en torno a Al Zintan son duras, pero bellas: en las gargantas crecen palmeras datileras y en las laderas se reconocen la entradas de las cuevas en las que los habitantes de esta región del oeste de Libia vivían hasta hace 40 años. Hoy tienen casas de piedra con columnas y patios interiores.

Pero en los últimos meses, cuando las tropas de Gadafi cortaron el suministro de agua, cercaron la ciudad y lanzaron cohetes contra sus viviendas, se alegraron de conservar aún los refugios en las rocas de sus antecesores y las cisternas para recoger el agua de lluvia.

En las polvorientas calles de la ciudad aún se encuentran restos de misiles. Y los jóvenes de la localidad se han acostumbrado a rondar por las casas por las noches y disparar armas de fuego. Desde hace semanas el frente ya no está en esta localidad y los negocios han vuelto a abrir sus puertas. En el mercado vuelve a haber verdura y fruta fresca, y los muertos que causó la guerra ya están enterrados.

Al Zintan es, junto con Al Beidha y Bengasi, una de las primeras ciudades que se levantó en febrero contra Gadafi. Y al contrario que en el caso de la ciudad rebelde del este, cuyos habitantes nunca confiaron en el autoritario líder, Gadafi quedó conmocionado por el levantamiento de la gente de Al Zintan, que no esperaba. "Gente de Al Zintan, recuerden su tradición", les gritó furioso en su primer discurso tras el inicio de la ola de protestas. Y es que creía que los viejos líderes tribales que mandaban en la zona estaban de su parte. Pero los jóvenes, hartos de sus crudas teorías y su aparato represor, son quienes ahora llevan la voz cantante.

Recibieron apoyo del jeque Al Taher al Ydea, que desde hace 32 años pronuncia el rezo de los viernes en la Gran Mezquita de Al Zintan. El pequeño hombre está orgulloso de su hija, que ha estudiado matemáticas y vive en el extranjero. En sus discursos, anima a los jóvenes a participar en las manifestaciones y a luchar por la ansiada libertad.

Hoy recuerda lleno de orgullo cómo su familia decidió en febrero decir "no" a Gadafi. "Cuando comenzó a bullir la revolución en el este, Gadafi envió a algunos de sus seguidores y nos ofreció 1.000 hombres armados para ayudar a reprimir las protestas en Bengasi. Pero los habitantes de nuestra ciudad rechazaron ayuda de Gadafi y salieron a pedir la caída del régimen.

"Se produjeron incendios, entonces nos envió gente de Trípoli para negociar. El primer día ofrecieron 16.000 dinares a cada joven de Al Zintan, pero lo rechazamos".

Llegaron nuevos negociadores en contacto directo con los hijos de Gadafi Anibal y Saif al Islam. "Elevaron la oferta a 300.000 dinares y ofrecieron una vivienda para cada uno en la carretera del aeropuerto en Trípoli". Pero los jóvenes declararon: "No pueden comprar a la gente de Al Zintan".

Al final apareció un hombre cercano a Gadafi cuya familia procede de Al Zintan, que amenazó con ataques de gas y misiles. Pero los habitantes de las montañas, armados con sus escopetas de caza, se mantuvieron tercos.

Sólo cuando comenzaron los ataques aéreos de la OTAN cambió poco a poco la situación. Los rebeldes presionaron a las tropas de Gadafi cada vez más y al final la unidad rebelde de Al Zintan logró avanzar hasta Trípoli.

Hasta hoy, cuando una pared con imágenes de los caídos y desaparecidos en la contienda es testigo del horror vivido en los últimos meses.

En un cruce en el centro de la ciudad alguien ha escrito en inglés "Al Zintan is not for sale" (Al Zintan no está a la venta) en una fachada.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último