Full | Crítica

Hasta el infinito y más allá

  • Full presentaron "Capadocia" de una forma tan espectacular que augura que esta nueva gira les va a llevar hasta mucho más allá de sus anteriores límites.

Full y su audiencia se dan aplausos recíprocos tras un gran concierto.

Full y su audiencia se dan aplausos recíprocos tras un gran concierto. / Rafael Marchena

Una amplia y feliz sonrisa iluminaba la cara de Javi Valencia, dándole el aire de un ser inmortal como el de la canción que entonaba suavemente en ese momento de inicio de los bises, acompañado solo por el teclado de Manu Jurado; era Contra un imperio, la que cierra su reciente disco que le da nombre a la gira que comenzaba aquí en la Sala X, a la que se unió el resto de la banda  para conducirla hasta el final en uno de esos desarrollos instrumentales que definen la música de Full. Dos canciones de sus discos anteriores, Alabama y Adiós, se encargaron de devolvernos a las calles nocturnas  a seguir con la inercia de los días, la frase del broche final que corearon todos los espectadores que habían agotado las entradas del concierto a los pocos días de salir a la venta.

Habían comenzado con Penúltimo escalón, una de las canciones del Capadocia que presentaban, sentando las bases de cómo iba a transcurrir la noche; un medio tiempo bien medido, acelerado con Alfombra roja, también de este último disco, que puso a la gente en el estado  ideal para acompañarles en Otra vez, una de las primeras y más bonitas canciones de la banda, que adquiere una dimensión colosal cuando está siendo entonada por cuatro centenares de voces como ocurrió aquí.

A partir de ahí fueron desgranando sus canciones nuevas, dejando solo atrás la intro del disco y Claraoscura, salpicándolas con rescates de sus etapas anteriores enormemente celebradas por todos; sonaron Distintos, Misión y funeral y terminaron con Quienes somos realmente con toda la audiencia saltando y gritando, porque a estas alturas el concierto había adquirido un climax rave desde que un rato antes Zombis nos mostrase la reinvención gradual de Full hacia la música de baile, totalmente lograda.

Un excelente comienzo de gira, con cada golpe y nota perfectamente acentuados y lanzados con la calidad más impecable que puede ofrecer el equipo de esta sala, que no restó ni un ápice de sabor a la música que surgía de esta avalancha de sonido.

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