HORARIOS Centros comerciales abiertos en Sevilla el 1 de mayo

Cultura

Imperdible ya tiene su hogar

Eba Rubio, Cristina Salvador y Cristina Almazán antes de salir a escena

Eba Rubio, Cristina Salvador y Cristina Almazán antes de salir a escena / Marina Rodríguez

Tras años de deambular por salas ajenas, José María Roca (Imperdible Artes Escénicas) se asienta en su propio espacio, un lugar moderno que ofrece multitud de posibilidades pero que lo alejan del teatro en el que ha trabajado más de treinta años y que lo condiciona por sus especiales características, más cercanas a la sala de fiestas, al cabaret y a un escenario para conciertos.

 

Imagino a Roca y a Ana Graciani ,a los que luego se sumarían Cristina Almazán, Eba Rubio y Cristina Salvador, en una especie de sesión dadaísta de principios del siglo XX en la que pergeñan un espectáculo con el que quieren rendir homenaje al público, a las artes escénicas y, sobre todo, reivindicar la alegría ante el inmenso dolor y zozobra ocasionados por la pandemia (que vuelve a amenazarnos). Imagino, digo, una escritura automática que refleje estos dos años que acabamos de pasar. Y todo ello queriendo crear un  espectáculo ad hoc a la sala del Platea.

Homenaje, guiños al musical, gotas de cabaret, parodias y amor en libertad

En Pura, cara, dura (título excelente) hay tantas ideas, tantas líneas de trabajo que se echa de menos una mayor contención a la hora de tratarlos. Se nos presenta un juego de actrices imposibles, una gerente del local (Cristina Almazán), una negacionista de libro (Eba Rubio) y una camarera temblorosa (Cristina Salvador) que luego se convertirán en cisnes. A partir de ahí se suceden situaciones, muchas veces, inconexas que desafían la lógica y que buscan continuamente la complicidad del público y, éste, agradecido celebró encantado su bella canción final.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios