La 'Inmaculada' se quedará en Sevilla por un precio "confidencial"

El cuadro, procedente de Suiza, cuelga desde ayer en la pinacoteca del Hospital de los Venerables entre una talla de Martínez Montañés y un lienzo de Velázquez

La belleza y el rico cromatismo de la 'Inmaculada' puede admirarse ya en el Centro Velázquez.
La belleza y el rico cromatismo de la 'Inmaculada' puede admirarse ya en el Centro Velázquez.
Charo Ramos / Sevilla

12 de febrero 2009 - 05:00

El Centro Velázquez de Sevilla quiere ser un espacio de investigación abierto al debate y, al igual que ocurrió con la discusión sobre si la autoría del lienzo Santa Rufina correspondía a Velázquez, organizará en 2010 un simposio para establecer qué pintor compuso la Inmaculada de fuerte contenido escultórico y el colorido propio del primer naturalismo sevillano que desde ayer engrosa los fondos de la colección. Aunque para Anabel Morillo, directora de la Fundación Focus-Abengoa, y para su investigador de cabecera, el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares Benito Navarrete, sólo pudo ser pintada por Alonso Cano, tal y como estableció tras estudiar el cuadro en el museo parisino del Louvre el catedrático Alfonso E. Pérez Sánchez. Desde ayer, esta excepcional pintura puede admirarse entre la Inmaculada esculpida por Martínez Montañés -resaltando esos perfiles escultóricos que apuntan la autoría de Cano, según Navarrete- y la Imposición de la casulla a San Ildefonso, de Velázquez, adquirida en 1813 por el deán López Cepero junto a esta obra.

El cuadro, "un tránsito del manierismo reformado al primer naturalismo" según Navarrete, se vendió en Francia en 1870, en 1990 alcanzó el precio de 18 millones de francos, tras pasar por el Getty de Malibú y el Louvre de París, para ser subastada en Sotheby's en 1994 por cuatro millones de libras, sin que nadie la adquiriera entonces. Gracias al compromiso cultural de Focus-Abengoa, que no quiso revelar ayer el precio por el que se ha adquirido el cuadro, éste se quedará definitivamente en Sevilla. Aunque agunos medios locales habían cifrado la compra en 11 millones de euros, Anabel Morillo sostuvo que la cantidad real está "alejada" a la baja, lo que permite suponer que Focus habría pagado entre cuatro y cinco millones de euros por él. "En todo caso", recalcó Morillo, " la adquisición del cuadro se ha debido a un acuerdo privado entre Focus y Sotheby's que establece que la obra permanecerá para siempre en Sevilla".

Al presentar ayer el lienzo a los medios de comunicación, Benito Navarrete reflexionó sobre la atribución a Velázquez que estableció en su día Jonathan Brown, el mismo historiador que ha sostenido que Velázquez no pintó la Santa Rufina. Navarrete reafirmó su convicción en que la obra es de Alonso Cano aunque, por trabajar juntos entre 1618 y 1820 en el obrador de Pacheco, época en que se pintó el cuadro, no es del todo descartable que algunas pinceladas finales las diera el autor de Las hilanderas o que éste compartiera sus pigmentos con su condiscípulo Cano en el obrador de Pacheco. "Como la Inmaculada de Velázquez que conserva la National Gallery pero se pintó en Sevilla en el mismo período, ésta también tiene bajo sus pies un paisaje con motivos marianos, un barco y el cauce del Guadalquivir", apreció Navarrete. "En cualquier caso es una obra maestra en su género, no te deja indiferente", aseguró.

La actividad investigadora no decaerá a lo largo de este año en el Hospital de los Venerables ya que en mayo (días 5 y 6) se organizará otro simposio para estudiar la anterior adquisición del Centro Velázquez: la Vista de Sevilla desde el galeón de Manila.

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