Esta mañana, en la sede de la Bienal de Flamenco, el director de la misma, Chema Blanco, declaraba su orgullo al acoger el estreno de Origen, el último trabajo de Marco Vargas & Chloé Brûlé, una de las parejas artísticas más sólidas y complementarias, no ya del flamenco, sino de todo el panorama dancístico andaluz.

A lo largo de más de 15 años, pieza a pieza (y ya son 14 las que tienen en su haber), la pareja ha ido conquistando un lugar de primer nivel haciendo dialogar el flamenco con la danza contemporánea y con todo tipo de espacios, incluida la calle, y creando un lenguaje único que los ha hecho imprescindibles en todo tipo de festivales.

La pieza anterior de la compañía, Los cuerpos celestes, que contó con la colaboración en el baile de Yinka Esi Graves y Gero Domíngez y con la música de Miguel Marín Árbol, obtuvo dos galardones en los Premios Lorca del teatro andaluz: el premio al Mejor espectáculo Flamenco y el Premio a la Mejor Intérprete Femenina de Danza (para Chloé Brûlé).

Ahora, sin embargo, “después de girar durante tres años con un espectáculo cuyo imaginario nos llevaba al espacio cósmico, necesitábamos volver a tocar tierra; seguir contando cosas universales, pero desde un lugar más cercano y tangible”, confiesa Chloé.

Y ese lugar no es otro que Extremadura, ya que a la intención mencionada se unió el hecho, sigue contando la bailarina, “de que Marcos y yo estuvimos durante toda la pandemia investigando bastante sobre el Romancero extremeño, que es riquísimo y tiene historias fabulosas, así que, poco a poco, todo se fue encauzando hacia esa región”.

Más tarde, contactaron con dos figuras extremeñas a las que admiraban profundamente: el guitarrista emeritense Miguel Vargas y El Peregrino, un bailaor casi octogenario de Badajoz que conocieron durante el festival de Nimes y que les pereció el elemento ideal para materializar ese origen y ese sabor que andaban buscando.

Tras obtener el consenso de los dos extremeños, buscaron ampliar la familia dancística con dos granadinas: la bailaora Fuensanta La Moneta y Carmen Muñoz, una bailarina afincada en Barcelona y que, entre otros, ha formado parte del elenco de El sombrero, de Estevez /Paños y Cia.

Una familia variopinta donde las haya, pero es que, “por un lado buscábamos un flamenco de periferia, que no se encontrara en los circuitos comerciales y, por otro, queríamos un elenco transgeneracional. Así, Peregrino representa lo hecho, lo ya realizado mientras que Carmen nos proyecta hacia el futuro; y en medio La Moneta que, además de bailar maravillosamente, es puro dramatismo, pura expresividad, pura generosidad a la hora de tirarse a la piscina”, sigue diciendo Chloé.

Carmen Muñoz, presente también, quiso manifestar su satisfacción por participar en esta aventura “porque me encanta el prisma desde el que han planteado la tierra, la semilla de este universo extremeño”.

La música, cuyos protagonistas, como podrán suponer, serán los jaleos extremeños y los romances -aunque también habrá tangos, una soleá y una granaína- la pondrán la guitarra de Miguel Vargas, en palabras de la bailarina, “una maravilla por su toque clásico, añejo, con sabor a leña”, y la guitarra, esta vez sevillana y muy original de Raúl Cantizano. Como curiosidad, hay que decir que es la primera vez que la compañía bailará con una guitarra flamenca en escena.

Para Marco y Chloé, habituados a utilizar un lenguaje muy diferente, ha sido todo un reto construir un espacio donde pudieran convivir todos, los más clásicos y los más contemporáneos, hecho que los ha obligado a hacer un ejercicio de escucha, de estar atentos a lo que cada uno iba necesitando durante el proceso.

“Ha sido un trabajo muy diferente a los demás. Nosotros estamos muy acostumbrados a experimentar -interviene ahora Marco Vargas- mientras que aquí todo ha sido muy artesanal. Hemos tenido que concretarlo todo, que adaptarnos, aunque sin perder nuestro sello.”.

Ambos están encantados con esta reunión de figuras tan diferentes en un mundo tan globalizado como el que vivimos. Cuerpos, edades y personalidades distintas conviviendo entre lo clásico y lo contemporáneo. También destacan que, junto a los jaleos, que constituyen la base rítmica de una gran parte del espectáculo, han elegido cuatro piezas de las recogidas por el etnomusicólogo americano Alan Lomax en 1952 y 1953.

De este modo, el público podrá escuchar romances como el de Delgadina; “romances que parecen viejos pero que de alguna forma nos seguimos reconociendo en sus dramas y en su poética. Estos romances suenan en distintos momentos de la pieza mientras que todos nosotros los vamos transitando de una manera muy natural”, afirman los artistas.

Origen tendrá su estreno absoluto el próximo martes día 27 a las 22:00 en el Teatro Central.