'¿Qué fue de los Morgan?': ¿Qué fue de Baby Grant?

¿Qué fue de los Morgan? Comedia, EE UU, 103 min. Dirección: Marc Lawrence. Guión: M. Lawrence. Intérpretes: Hugh Grant, Sarah Jessica Parker, Sam Elliott, Mary Steenburgen, Elisabeth Moss, Michael Kelly. Fotografía: Florian Balhaus. Música: Theodore Shapiro.

Nos preguntábamos la semana pasada por el prodigioso vidente que, contra toda evidencia, le habría dicho a Matthew McConaughey que podía ser un actor de fama internacional pese a sus nulas dotes interpretativas. El caso de hoy, que es el de Hugh Grant, es distinto aunque el final sea muy parecido. Grant apuntó maneras en sus inicios y fue dirigido por grandes nombres en buenas películas para, al final, quedar preso de su mueca de tímido rompecorazones, simpático osito mimosín en versión británica y torpe guaperas que cae bien pese a sus patosos errores. Maurice y Lo que queda del día con Ivory, Pasiones en Kenia con Radford, Remando al viento con Suárez, Lunas de hiel con Polanski o Sentido y sensibilidad con Lee hacían esperar buenas tardes. Pero cuando lo empitonó la comedia con los éxitos sucesivos de Cuatro bodas y un funeral, Nueve meses, Notting Hill o El diario de Bridget Jones, Grant pareció quedar paralizado en un rictus que ya no cambiaría. El resultado es que hace una década que no realiza una interpretación digna de tal nombre. En este caso, tampoco. Y la presencia coestelar de la pésima Sarah Jessica Parker no ayuda a enmendar las cosas.

La historia del matrimonio en crisis que debe afrontar una forzada convivencia al convertirse en testigos protegidos suma todos los tópicos propios del sainete de los sofisticados habitantes de la gran ciudad que han de vivir en el campo. Y no en cualquier campo, sino en eso que se llama la América profunda (a la que uno le acaba por tener simpatía en comparación con el Nueva York borde-pija de la Sarah Jessica Parker). Dirige la cosa Mark Lawrence quien, tras haber dirigido a Sandra Bullock y a Hugh Grant en varias comedias, habría sido el director preferido de Lassie, Francis y Rintintín de haber trabajado en el Hollywood clásico. Eso sí, no engaña: algún gag apañado y dosis masivas de guiños, morisquetas y azuleo ocular de Grant para gozo de sus fans.