Jazz

Relevo garantizado

  • El pianista sevillano Daahoud Salim y el trompetista gaditano Bruno Calvo ofrecen un delicioso directo en 'streaming' en el legendario Jazz At Lincoln Center de Nueva York

El pianista Daahoud Salim (Sevilla, 1990).

El pianista Daahoud Salim (Sevilla, 1990). / D. S.

El plan inicial apuntaba al quinteto de Daahoud Salim (Sevilla, 1990) pisando el escenario del Dizzy’s Club en Nueva York, el club del reputado Jazz at Lincoln Center. Pero la pandemia frustró el viaje y en su lugar surgió la opción de emitir un directo en streaming centrado en un formato instrumental más reducido. Dicho y hecho: el pasado 11 de agosto, Daahoud Salim se convirtió en protagonista del programa Discovery Artist de la mano de un concierto de algo más de media hora a cuya segunda mitad se sumó otro pujante exponente de la escena jazzística nacional, el trompetista Bruno Calvo (Cádiz, 1991).

La confluencia no es fortuita. Salim comparte con Calvo la querencia por un jazz que alinea con precisión la herencia recibida con el pulso contemporáneo. En ambos casos, la educación ha jugado un efecto determinante en sendas identidades: Daahoud como hijo del histórico saxofonista Abdu Salim y Bruno a modo de heredero, también de instrumento, de su progenitor, Lipi Calvo. Los cuatro permanecen en activo como modelo de un relevo generacional donde los más jóvenes van engrosando su crédito, apoyados tanto por los consejos de sus mayores como por galardones en exigentes certámenes nacionales e internacionales.

Pero como afortunadamente en el mundo del jazz la carrera competitiva no va más allá de ámbitos periféricos, lo mejor es descubrirlos y/o disfrutarlos en jugosos trabajos como Outlines (Fresh Sound New Talent, 2018) del trompetista en formación de cuarteto o, ya conjuntamente, en La llamada (Blue Asteroid, 2016), suscrito por un Daahoud Salim Quintet del cual forma parte Calvo. Si se prefiere una muestra más cercana, nada mejor que apuntar a este pase retransmitido por el Dizzy's Club, disponible en el YouTube de Jazz At Lincoln Center y con vía de apoyo económico a los músicos a través de PayPal. Por allí desfilaron piezas de herencia paterna (Niki y Song For My Children) a las que se añadieron partituras de Daahoud como Canción a Anna o Colores invisibles donde quedó expuesto su criterio compositor. Todas ellas se desplegaron con naturalidad sobre un lienzo lírico y profundo, respaldado por una bien gestionada técnica. La fluida interacción terminó de empastar una deliciosa propuesta que obliga a no perderles el rastro.

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