Los pobres también se enamoran
Materialistas | Crítica
La ficha
*** 'Materialistas'. Comedia romántica, EEUU, 2025, 109 min. Dirección y guion: Celine Song. Fotografía: Shabier Kirchner. Música: Daniel Pemberton: Intérpretes: Dakota Johnson, Pedro Pascal, Chris Evans, Marin Ireland, Zoe Winters.
En su segundo largo tras la estimable y aclamada Vidas pasadas, Celine Song no se pregunta ya por los rescoldos de viejos amores de juventud o sus propias raíces coreanas, sino que proyecta en el futuro de la pareja (norteamericana, idealizada) una nueva reescritura de la vieja comedia romántica en estos tiempos de pragmatismo, enlace algorítmico y clásicos sueños de lujo con la cara, el porte y el apartamento en Tribeca de Pedro Pascal.
Nueva York vuelve a ser protagonista cálida y chic para un cuento sobre las variables del amor que se nutre de múltiples referencias reconocidas (de la literatura de Austen o Forster y sus numerosas adaptaciones cinematográficas a películas de Leigh, Nichols o Brooks) para trazar un elegante triángulo amoroso entre una casamentera para gente con posibles (deliciosa Dakota Johnson, no nos cansamos de escuchar su voz), un soltero de oro hecho de retazos de Cary Grant y ese exitoso charm latino marca Pascal y un treintañero eterno aspirante a actor al que Chris Evans presta la percha del chico bueno con mala suerte atrapado en sus pequeños desastres domésticos y siempre listo en el banquillo para saltar al campo.
Con ellos tres y su indudable encanto urbano con escapadas a High Falls construye Song su particular y obvio requiebro de los resortes, lugares comunes y clichés de la rom-com clásica y sofisticada poniendo ahora boca arriba, y ahí radica tal vez la originalidad de su propuesta además del tono y la buena escritura general, esos asuntos pecuniarios, políticos (pero menos) y de clase, también las nuevas dinámicas digitales del match o incluso, ay, la violencia de género, que definen y reescriben las claves del amor romántico y la búsqueda de pareja entre las clases medias y acomodadas, tampoco vayamos a salirnos de un marco apto para públicos adultos viajados, leídos y levemente cinéfilos.
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