La música como evocación
el círculo | Crítica de Circo

La ficha
*** 'El Círculo'. Truca Circus. Dirección de escena y dramaturgia: Ana Donoso Mora. Idea original y producción ejecutiva: Gonzalo Andino. Intérpretes: Daniel Gómez (Danyzoo), Laura Morales, Álvaro Pérez y Pablo Peña. Música y espacio sonoro: Pablo Peña. Escenografía: Estudio Lugadero. Iluminación: Manuel Colchero. Producción / Administración: Rocío Álvarez-Ossorio e Ibai Sánchez. Vestuario: Ana Donoso Mora. Colaboración vestuario: Anna Jonsson y Gloria Trenado (Nantú). Asesoría circense: Daniel Gómez (Danyzoo) y Álvaro Pérez. Coreografía: Laura Morales. Electrónica Rueda Cyr: Juan María Díaz Cano. Lugar: Sala B, Teatro Central. Fecha: Viernes, 14 de febrero de 2025. Aforo: Agotadas localidades.
El círculo amistoso. El crecimiento. El paso del tiempo. Cuatro amigos en un escenario de cuento, divertido, amable, la habitación de las series de Disney en las que muchos hubiéramos querido crecer. Colores chillones, del parchís, una evocación a una infancia en la que hacer amigos era fácil. Ana Donoso, premio Lorca 2024 al mejor espectáculo de circo por Mar, o de cómo sobrevivir a un tsunami, dirige El Círculo sobre una idea original de Gonzalo Andino, también productor de Truca Circus.
Es una obra del recuerdo. En ella recorremos la amistad de tres chavales, una niña y dos niños, bajo la mirada del conejo blanco reencarnado en un Disc jockey (DJ) (Pablo Peña), ligón y elegante, que es determinante porque marca los tiempos musicales y, sobre todo, acompaña a Laura Morales en uno de los momentos más divertidos y evocadores de la función, el popurrí de canciones que nos acompañaron en nuestra adolescencia y todavía nos remueven el alma al recordarlas.
La destreza y la perfección acrobática de Daniel Gómez (Danyzoo) es otro de los pilares de esta puesta en escena. Su desenvoltura levantó el aplauso del público en varias ocasiones. Y como símbolo del círculo del título, la rueda Cyr iluminada, manejada por Álvaro Pérez, que creó los efectos más espectaculares de la noche.
Canciones, música en directo, acrobacia y magia electrónica son los ingredientes de la historia de estos chavales que pasan de la niñez a la adolescencia y de ésta a la juventud y la consiguiente pérdida de contactos y al ‘hola, qué alegría de verte, ya te llamaré’.
Pero al círculo le falta desarrollo, se mueve bien en la intrascendencia del recuerdo bonito, lo precioso de su decorado, el colorido de sus ropas, pero se queda en una superficie indefinida que acaba sabiendo a poco.
También te puede interesar
Lo último