Fernando Faces

Atrapados en la telaraña global

Vladimir Putin, en su despacho
Vladimir Putin, en su despacho / Efe

03 de abril 2022 - 06:12

La guerra de Putin está provocando una crisis global de materias primas, de energía y de los alimentos, agravada por el deterioro de las cadenas de suministro y la desaceleración del crecimiento global. Las sanciones económicas se han utilizado como instrumento de guerra a lo largo de la historia, pero nunca en una economía tan interconectada y globalizada. Las cadenas de valor globales y las múltiples conexiones financieras constituyen una gran telaraña global con todos sus componentes interconectados, reaccionando en cadena, multidireccionalmente ante cualquier impacto en uno de ellos. Una de las características del sistema es el “efecto escalada”, por el cual cualquier sanción económica tiende a amplificarse tanto en el número de afectados como en la intensidad de las respuestas.

Toda sanción económica tiene un primer impacto sobre el país agresor y un efecto boomerang sobre el sancionador y sobre el resto del mundo globalizado. La magnitud del efecto boomerang dependerá del tamaño del país sancionado, del grado de globalización de sus relaciones comerciales y financieras y de la singularidad y esencialidad de los bienes producidos y exportados. Rusia no es una potencia mundial por tamaño del PIB, el número 11 en el ranking mundial, entre Italia y España. Una recesión en Rusia no tendría por qué provocar una gran conmoción en el resto del mundo. Pero Rusia posee características por las que es un actor mundial: compite con Estados Unidos en armamento nuclear, produce el 11% de la energía mundial , Ucrania y Rusia obtienen el 25% de la producción mundial de cereales , y es uno de los principales productores de metales básicos para la industria de cuarta generación: aluminio, platino, paladio, níquel, cobre, néon, etc. Las exportaciones rusas son fundamentales tanto en el abastecimiento como en la formación de los precios internacionales.

El efecto boomerang

Entre las sanciones económicas más importantes impuestas a Rusia cabe citar la expulsión del sistema financiero Swift, la congelación de las reservas de divisas del Banco Central, la expulsión de la deuda pública rusa de los mercados financieros internacionales, la incautación de los bienes de Putin, su élite y oligarcas rusos y otras muchas más. Se ha hecho una excepción con los bancos rusos a través de los cuales se hacen los ingresos del petróleo y el gas que Rusia exporta a Alemania, Italia y los países bálticos. La razón es que un corte de suministro provocaría una recesión en estos países. Esta dependencia energética es el mayor punto débil de Europa frente a Rusia.

Diariamente Rusia ingresa 1.000 millones de dólares por sus exportaciones de energía a Europa. En tan solo un mes Rusia ha perdido el 2% de su PIB. En la primera semana el rublo se depreció más de un 30%. La inflación se ha disparado. Día tras día los capitales y las multinacionales huyen de Rusia, en los bancos las colas para retirar efectivo son cada vez más grandes, se ha impuesto una limitación a la disposición de divisas, el desempleo aumenta, la deuda pública se ha disparado y los profesionales cualificados empiezan a huir de Rusia.

A pesar de todo Rusia aguanta. La experiencia nos dice qué regímenes autocráticos como Irán o Cuba, penalizados con grandes sanciones económicas, con pueblos sometidos, pueden sobrevivir durante años. Solo la prohibición de exportar petróleo y gas a Europa pondría a Rusia en el límite de la supervivencia. Pero Rusia, anticipándose a este escenario, está diversificando sus exportaciones a otros países. China, gran consumidor de energía y materias primas, está colaborando, beneficiándose a un precio inferior al de mercado. A medida que pase el tiempo y el proceso de diversificación vaya avanzando el posicionamiento de Rusia se fortalecerá y el de Europa se debilitará.

Actualmente Rusia ya está contraatacando. A partir de la semana que viene Rusia exigirá que sus exportaciones se paguen en rublos . Alemania alega que el pago en rublos supone un incumplimiento del contrato. En caso de impago Rusia amenaza con el corte del suministro. La situación es muy grave para Alemania, que está sopesando declarar el estado de alerta. El sancionado se ha convertido en sancionador y la víctima en verdugo. La subida del precio de las materias primas y de la energía está desacelerando la economía europea y provocando una gran inflación que puede alcanzar el 6,1% a final de año. El consejo asesor del gobierno alemán ha rectificado a la baja la previsión de crecimiento para el 2022 desde el 4,6% previsto hasta el 1,8%.

La caída de las exportaciones de cereales y aceite de Ucrania y Rusia, agravada por el deterioro de las cadenas de suministro y el aumento del precio de los carburantes, está disparando los precios de los alimentos de primera necesidad. El FMI y el Banco Mundial alertan sobre una inminente hambruna en los países más pobres , importadores de cereales de Rusia y Ucrania. En la próxima revisión de las perspectivas económicas mundiales el FMI reducirá las previsiones de crecimiento mundial en más de un punto porcentual, siendo los países emergentes y los menos desarrollados los que más sufrirán el impacto de la inflación energética y alimenta

Espectacular aumento de la inflación en España

En España el crecimiento se está desacelerando con la inflación subiendo por encima de la media europea. Antes de la guerra la inflación interanual alcanzó el 7,6%, la más alta en los últimos 35 años. Esta misma semana el INE nos ha sorprendido con el espectacular disparo de la inflación interanual hasta el 9,8%. El incremento mensual ha sido del 3%, el más alto de los últimos 45 años. El 70% de esta subida es debido a las electricidad, los carburantes, los alimentos y las bebidas no alcohólicas. No obstante el corazón de la inflación, la inflación subyacente, sin energía ni alimentos no elaborados, también ha subido desde el 3% del mes anterior hasta el 3,4%. Aunque la inflación amaine en los próximos meses, lo cual dependerá de cómo evolucione la guerra, la inflación a final de año superará el 6%.Siempre y cuando las negociaciones salariales o el pacto de rentas anunciado por Pedro Sánchez logren moderar el incremento de los salarios. De lo contrario la espiral precios-salarios enquistará la inflación, con el riesgo de iniciar la senda de la estanflación. El plan de choque del Gobierno, cortoplacista y temporal, pretende aliviar el impacto de la inflación sobre las familias y las empresas, pero no contempla ninguna medida fiscal, financiera o estructural orientada a corregir las causas estructurales de la inflación. El escenario que estamos viviendo cada vez se parece más al de la crisis energética de los 70 ,en el que España sufrió un largo período de estanflación. Solo se pudo atajar con los pactos de la Moncloa, que requirieron un gran consenso entre todos los partidos en un programa de medidas estructurales, pacto de rentas, liberalización de sectores, aumento de la competencia, apertura exterior y saneamiento de las cuentas públicas. Los tiempos que estamos viviendo exigen un consenso similar en torno a la necesaria transformación de la economía española para hacerla más competitiva, innovadora y sostenible. Empezando por la ejecución inmediata, transparente, eficiente y transformadora del del Next Generation.

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