El Íbex 35 bajó ayer un 0,65% y pierde los 9.300 puntos afectado por la evolución de los mercados europeos, que acusan la incertidumbre en Italia, y por la subida de tipos en el mercado secundario de deuda.

El índice nacional restó 60,60 unidades, hasta los 9.253,90 puntos, con lo que las pérdidas anuales aumentan hasta un 7,87% y en la semana pierde un 1,44%, mientras que la prima de riesgo se situó en 100 puntos básicos.

En la pasada jornada se conoció que el desempleo en EEUU bajó al 3,7% en septiembre, la menor cifra desde 1969, y que los salarios crecen a un ritmo del 2,8% interanual. Pese a que los analistas esperaban una mayor creación de empleo, los datos son positivos y reflejan el vigor de la economía americana, aunque ven riesgos de tensiones inflacionistas. En Wall Street la reacción fue neutra.

A la espera de una cuarta subida de tipos, las rentabilidades en los mercados de deuda se mueven al alza: el bono americano a diez años avanzaba al 3,21 % -niveles desconocidos desde 2011- y los bonos alemanes y español también registraban subidas.

Además, los inversores se mantienen a la espera de cómo se resuelven las discrepancias entre la Unión Europea y el Gobierno italiano, así como de los resultados de las elecciones presidenciales en Brasil, donde las posiciones de todos los candidatos están muy polarizadas.

Las bolsas europeas cerraron todas a la baja, ya que Londres perdió un 1,35%, Milán un 1,30%, Fráncfort un 1,15% y París un 0,95%, en una jornada en la que el déficit comercial francés se disparó un 65% en agosto. El euro se depreció hasta los 1,151 dólares.