Manuel Campo Vidal
Valencia: además, catástrofe comunicacional
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La persistencia de los cuellos de botella en las cadenas de suministro y el encarecimiento de las materias primas, la energía y el transporte continúan acentuando las tensiones inflacionistas a nivel global.
En EEUU, la inflación general repuntó en octubre hasta un 6,2% anual (máximo desde noviembre de 1990), al mismo tiempo que la subyacente alcanzó un 4,6% anual (máximo desde agosto de 1991). En el caso de la eurozona, según los datos preliminares de Eurostat el crecimiento interanual del IPC también se elevó a máximos desde la década de los 90 alcanzando un 4,1%. Destaca el fuerte repunte registrado en España de un 5,4% anual.
En esta coyuntura, la Comisión Europa ha elevado su proyección de la inflación media anual de la zona monetaria europea a un 2,4% en 2021 y un 2,2% el próximo año. Así, se mantendría por encima del objetivo del BCE, lo que podría no solo condicionar negativamente el dinamismo de la demanda de los hogares y los beneficios empresariales, sino también acelerar la normalización de la política monetaria y aumentar los costes de financiación.
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