Saquemos a Monchi de esto. Ya tiene bastante con lo que tiene -también le va en el sueldo-.

Primero, por si alguno me lo quiere echar en cara, vaya por delante la genuflexión con sombrero en mano por otra clasificación europea, pero también para que después no se les llene la boca de elogiar esa crítica que cuando interesa ayuda a crecer y cuando no es una campaña orquestada desde no sé qué lado oscuro, no está de más llamar a las cosas por su nombre.

Si aquí se aprovechó que el equipo de Machín estaba líder y que Andre Silva era el delantero más deseado de Europa para reñir -sí reñir- a la prensa por la poca fe en los profesionales que habían "parido" una plantilla con un presupuesto de 200 millones, las mismas agallas hay que tener para no escurrir el bulto la enésima vez que el estadio -entero o parte- pide una dimisión señalando al palco.

Y ahí está el gérmen del problema. Hay profesionales a los que a la primera crisis les entra la nerviosera. No está de más recordar que el desastre de la final de Copa llevó a Castro a cambiar de entrenador y de director deportivo. No contento con eso, ni un año después al siguiente revés (en Praga) se volvió a repetir el volantazo: nuevo entrenador, nuevo director deportivo.

Aquí todos cometemos errores y el sevillismo, ¿por qué no?, también. El último, desfilar como desfiló tras el 0-3 del Leganés en vez de quedarse a apoyar o criticar, según le saliese. El error de Castro fue darle las llaves del club a un profesional que vive aún en su sevillismo de alcanfor, de apretar los puños en los derbis y de pedir para el vecino la misma justicia y corporativismo que le faltó para respetar el proyecto de Machín ("el que la lleva la entiende", dijo), por no meternos a analizar cómo y con qué criterios confeccionó la plantilla.

El Sevilla no creció por la exigencia de la prensa, sino porque hace 15 años la amplitud de miras sobrepasó el derbi. Hoy el de las llaves demuestra que jamás se puso un capirote (el que sí lo ha hecho sabe que con eso no se bromea) y que aún sigue en su liga particular.

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