Charo Padilla

Memorial de cuaresma: ausencias

El Pinganillo

Cómo será el momento en el que vuelva a coger un micrófono para retransmitir una salida

08 de marzo 2021 - 02:31

Maldita pandemia. Maldita sea que nos está robando un tiempo irrecuperable. Cuántas papeletas de sitio guardadas en un cajón, cuántas túnicas sin echar el dobladillo y cuántos enseres sin ver la luz. Cuántos cirios sin encender y flores sin adornar. Cuánto incienso sin quemar y reencuentros que no se producirán. ¿Cómo se llena ese vacío? ¿Cómo se cubre esa ausencia? Qué difícil se hace cuando paseas por las calles y ves florecer el azahar, cuando la luz te va anunciando lo que sabes que no llegará. Estos días me consuelo caminando por la ciudad, imaginando y recordando, siempre la memoria, ese día que asistí al montaje del paso de tu cofradía, a los solemnes cultos, al estreno de una marcha. Volví a recordar la tarde en la que colocan a tu Cristo en el paso. Y lo escucho... Escucho los sonidos en el fondo de mi corazón. Siento tus palabras, me llegan tus sonrisas. Y entro en una iglesia buscando consuelo. Y lo hallo en la oración. Y me cuelgo mi medalla. Y me acuerdo de ti en la última salida de la Macarena que pude narrar. El atrio está vacío sin ti. "Sangre verde". La Esperanza te lleva ya a su lado y tu voz retumba en una basílica vacía. "Acordaos de vuestras madres que os parieron macarenos. Dad gracias por ser cristiano, por creer en Dios". Y nos consolamos poniendo tu voz: "Que no se entera la Virgen que nos vamos ya".

Pienso en cómo será el momento en el que vuelva a coger un micrófono y me ponga delante de la puerta de una iglesia para retransmitir de nuevo la salida de tú cofradía. Volveremos a contar emociones, volveremos a verte llorar, volveremos a los besos y abrazos. Volveremos a ver abuelos emocionados y monaguillos de pelo engominado. Los cielos serán más azules que nunca. La música nos atravesará el alma. Dios volverá a la calle y seremos conscientes del tiempo que nos ha sido robado. Volveremos.

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