La Bolsa española marcó ayer un nuevo mínimo anual y el registro más bajo desde diciembre de 2016, en 9.162,90 puntos, después de bajar un 1,05% arrastrada por el resto de mercados europeos y por algunos de los grandes valores.

El indicador selectivo de la Bolsa española, el Íbex 35, bajó en esta sesión 97,60 unidades, con lo que batió el anterior mínimo anual, en 9.171 puntos, y se coloca en niveles de diciembre de 2016, cuando se situó en 9.169 puntos. En el año pierde un 8,77%, con la prima de riesgo en 106 puntos básicos.

Los mercados continúan pendientes de las tensiones entre Italia y la UE por la política fiscal y la guerra comercial entre EEUU y China, en medio de la incertidumbre que genera la desaceleración del crecimiento mundial.

El mercado de deuda tampoco ayuda a la renta variable, puesto que los bonos europeos y americanos siguen ofreciendo intereses crecientes porque descuentan la normalización de la política monetaria. El Fondo Monetario Internacional (FMI), que celebra estos días su asamblea anual en Bali, ha señalado en sus previsiones de otoño que España no podrá bajar su déficit por debajo del 2% del PIB en los próximos cinco años. Tampoco tiene buenos augurios para el desempleo, que calcula que se mantendrá en torno al 14% al menos hasta 2023, muy lejos del 10% que prevé el Gobierno para 2021.

Las bolsas europeas también reaccionaron con descensos a las previsiones del Fondo, que alertó sobre el "decepcionante" crecimiento de la Eurozona, un 2% para este año, que se podría frenar más todavía por el Brexit y la baja productividad.

El euro subió hasta los 1,153 dólares y el petróleo cerró al alza, en 83,42 dólares el barril de Brent, de referencia en Europa.