Juan Antonio Solís

Premio al mejor relato corto

Sueños esféricos

La fata de afición exigirá un plus de ardor, pero la sobreexcitación sobra en un formato corto e ignoto

08 de junio 2020 - 02:33

Hay legendarios maestros del columnismo a los que escribir novelas se les hacía bola. En su lúcida y aguda mirada a la vida sólo disponían de faros de luces cortas y se perdían en los meandros por los que la propia historia los iban llevando. Eso no es ni bueno ni malo. Va en nuestra propia condición heterogénea. E igual que Tolstói necesitó unas 1.700 páginas para ponerle el punto final a Guerra y paz, su compatriota Chéjov trazó maravillosas miniaturas en forma de cuentos. También hay magistrales cineastas incapaces de hacer una película en una horita y media, con lo que agradecemos los estresados ciudadanos de hoy los filmes de comedido metraje en nuestro descanso nocturno.

La capacidad de plasmar una idea en un formato corto tiene su mérito. Y esa agudeza se pondrá a prueba en este fútbol sin banda sonora ni alma que entre el Covid-19 y Tebas nos van a servir para consumo exclusivo a través de nuestros televisores de 50 pulgadas.

El entrenador que sea capaz de poner a sus chicos como motos después de este parón de 93 días sin fútbol de Primera va a tomar ventaja. Pero no será tan simple el reto. Hay que dotar a los futbolistas de un plus de explosividad para este frenético calendario de once jornadas entre el 11 de junio y el 19 de julio, pero ojo: entre la dilatada inactividad, con muchas semanas de discretos entrenamientos individualizados, la carga de partidos que vendrá y el calor que va a reinar por muy tarde que se juegue, el riesgo de lesiones va a estar muy latente. Y quien se lesione, se pierde el resto del baile.

Se trata de buscar un dificilísimo punto intermedio. Los jugadores tendrán que calentar ellos mismos su ánimo, porque les va a faltar el aliento genuino de sus aficionados, pero al mismo tiempo deben cuidarse de pasarse de revoluciones porque los esfuerzos son muy seguidos, el músculo padecerá y todo se libra en un tablero de juego ignoto. A ver quién se lleva este premio al mejor relato corto.

stats