Con motivo de sus cien programas, David Broncano y La Resistencia, el late night de #0, en Movistar+, dieron un paso más allá para seguir haciendo historia de la televisión y, sobre todo, dinamitando todas sus normas. El programa es la revolución televisiva de la temporada y en sus apenas ocho meses de vida (sin contar con los dos de verano que dejó de emitirse) ha creado un universo televisivo particular y una legión de seguidores. Ahí es nada.

Da igual que Ingrid García Jonsson pusiera los cuernos a Broncano con Pablo Motos para acudir a El hormiguero esta semana. La Resistencia, haciendo gala de su nombre, resiste y puede con todo. Sus impredecibles entrevistas se han convertido en uno de sus mejores sellos de un espacio que funciona prácticamente como un formato propio e independiente en redes sociales. El idioma pachacho que usa Broncano y su particular saludo "¿Qué ha pachado?" se han incorporado al lenguaje millenial y al de los propios entrevistados, parte del show como en ningún otro programa, aunque les duela a Trancas y Barrancas y su equipo, conocedores mejor que nadie ya del alocado y transgresor tono de un talk show que les haría mucha más pupa si se emitiera en una cadena generalista en vez de en una de pago de Movistar+.

Característica es también la gran participación del público en La Resistencia, público fiel que hace que las solicitudes para asistir multipliquen por 36 el aforo del Teatro Arlequín, lugar en el que se graba. Un "dato de mierda" que el propio Ricardo Castella, director del programa y parte de la banda junto a Grisom, ha explicado a los medios.

El Teatro Arlequín, donde se graba, es parte de la esencia del propio espacio, como lo son sus alrededores, que permiten que el programa disfrute e incorpore el entorno de la Gran Vía madrileña y a sus viadantes al show, de la mano del corresponsal urbano Jorge Ponce. Algo que enriquece el formato, lo hace más original si cabe y supone una auténtica ventaja, casi siempre.

Broncano, por su parte, es el alma del proyecto; un presentador "joven con cabeza de viejo", como lo definía el mismísimo Andreu Buenafuente, su productor y mentor, que compagina televisión y radio y ha conseguido difuminar las fronteras entre todas las formas de consumir humor: de la tele a las redes, deYoutube a la radio y de la comedia al fin del mundo. Por cierto; LocoMundo, el programa que presentaba antes de La Resistencia y que ahora está conducido por Quequé junto a Valeria Ros y Pablo Ibarburu, también sigue viento en popa y acaba de estrenar temporada también en #0 y con la colaboración de El Terrat.

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