Crónica personal
Pilar Cernuda
Un problema para Sánchez
Las enfermedades respiratorias se mantienen como tercera causa de muerte en España, con 46.812 fallecimientos al año. Así se puso de manifiesto durante la segunda edición del foro Neumoconnect, un encuentro impulsado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), en colaboración con Novartis. Este aumento de mortalidad es debido principalmente, a los efectos que el tabaco tiene en el desarrollo de enfermedades como el cáncer de pulmón y crónicas como la EPOC.
Uno de los expertos que intervino en estas jornadas fue el director del Comité de Formación y Docencia de Separ, el Dr. Vicente Plaza, quién enumeró los desafíos que es necesario afrontar, como el asma grave no controlada. Sobre esta enfermedad, el Dr. Plaza considera clave una selección rigurosa de los pacientes candidatos a recibir tratamientos biológicos, un punto en el que están trabajando en SEPAR para mejorar la calidad asistencial. Por otra parte, en el caso de la enfermedad obstructiva crónica (EPOC), el especialista matizó que se debe reducir la prevalencia de la enfermedad, así como impulsar acciones para disminuir el tabaquismo entre la población con riesgo a desarrollar esta patología.
Otro de los puntos en los que Separ ha puesto el foco de atención es la contaminación atmosférica. Desde hace tiempo esta sociedad estudia los efectos que tiene sobre la salud, en concreto en el aparato respiratorio. Y es que, según datos de la OMS, casi nueve de cada diez personas en todo el mundo que viven en zonas urbanas respiran aire contaminado. Además el 3% de la mortalidad anual en España se atribuye a la contaminación atmosférica.
Como señala el Dr. Carlos A. Jiménez-Ruiz, presidente de Separ, "mientras que el tabaquismo causa en España cerca de 60.000 muertes anuales, la contaminación llega a causar 10.000. Pero conviene recordar que una persona que no fume y viva en contacto continuo con altos niveles de contaminación es equiparable a que fumase entre 5 y 10 cigarrillos diarios", afirma el experto. Por eso indica que tanto el tabaquismo como la contaminación ambiental son dos factores de riesgo para el desarrollo de múltiples enfermedades, sobre todo respiratorias.
A pesar de que los contaminantes del aire son, normalmente, invisibles, entre sus efectos inmediatos figuran "la irritación de las vías respiratorias, la disnea o dificultad para respirar y una mayor probabilidad de sufrir un ataque de asma", afirma la Dra. Isabel Urrutia, neumóloga y coordinadora del Área de Enfermedades Respiratorias Ocupacionales y Medioambientales de Separ.
La neumóloga recuerda que la contaminación es la causa del desarrollo o empeoramiento de graves enfermedades respiratorias como el cáncer de pulmón, las neumonías, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o el asma, de infecciones respiratorias agudas y de otros muchos efectos dañinos para la salud. Por este motivo la Dra. Urrutia indica que mejorar la calidad del aire aumenta la esperanza de vida, se reducen los ingresos hospitalarios, mejora la función pulmonar y se reduce la mortalidad. Es lo que hay. Seguro.
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