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Tope europeo al precio del gas

Tribuna Económica

21 de diciembre 2022 - 01:48

Han sido varios meses y más de 12 reuniones las que se han necesitado para llegar a un acuerdo europeo sobre el tope al precio del gas. Lo que parecía una misión imposible se ha logrado. La UE estaba dividida en dos bloques de países con distintos intereses, criterios y apreciaciones sobre los impactos favorables o adversos posibles. Por una parte Países Bajos, Austria, Dinamarca , Estonia y Hungría, capitaneados por Alemania que consideraban que establecer un tope al precio del gas importado tendría más efectos adversos que favorables. Desviaría la oferta de gas hacia otros mercados, agravando los problemas de suministro y abastecimiento e incentivaría el consumo de gas, provocando a la postre una mayor tensión sobre los precios. Este grupo de países con una gran dependencia del gas ruso , temen más al desabastecimiento que a la subida de los precios. El grupo de países que defienden el establecimiento de un tope al precio del gas ruso es el más numeroso, 15 países, y está liderado por Francia, España, Italia, Portugal, Bélgica, Polonia y Grecia.

La Comisión Europea había hecho una propuesta de 275 euros MWh. Propuesta rechazada por España y otros países por no resolver el problema, ya que este límite no se había alcanzado ni en el momento de mayor tensión de los precios en el mes de agosto de 2022. La ministra Teresa Ribera mostraba su frustración ante la propuesta de la Comisión: "si esta es la única alternativa, mejor no hacer nada".

El acuerdo establece que el mecanismo de limitación del precio actuaría en el momento en el que el índice de referencia europeo TTF alcanzarse los 180 euros MWh durante tres días laborables o bien cuando superase en 35 euros el precio internacional de gas. Una vez disparado, actuaría un periodo mínimo de 20 días laborables. El acuerdo se ha aprobado por mayoría cualificada del 55% y el 65% de la población de la UE. Países Bajos y Austria se han abstenido y Hungría se ha opuesto. El acuerdo ha sido posible porque Alemania a media sesión del lunes pasado aceptó la nueva propuesta.

El acuerdo será de aplicación a partir del 15 de febrero, previo informe de la Agencia de Evaluación de Valores y Mercados (ESMA), de la agencia Europea de Regulación Energética (ACER) y del BCE.

Por exigencia de Alemania el mecanismo podría quedar en suspenso a propuesta de la Comisión si su funcionamiento no fuera el deseado o provocara efectos adversos no previstos. Alemania ha exigido que el mecanismo esté permanentemente monitorizado en su funcionamiento y efectos. También se han establecido una serie de cláusulas de garantía y de salvaguardia entre las que cabe citar: que no afecte negativamente al suministro y abastecimiento europeo, que no incentive el consumo de gas, que no distorsione los mercados de financiación etc. Como resultado de esta monitorización y evaluación continua el mecanismo de fijación de precio del gas irá adaptándose a los escenarios cambiantes. De esta manera la demanda de la ministra española Teresa Ribera de qué es necesario un mecanismo dinámico que se adapte a los cambios en la estructura del mercado de gas quedaría parcialmente satisfecha.

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