Pilar Cernuda

La carta

Crónica personal

05 de septiembre 2018 - 02:33

Lo cortés no quita lo valiente. Esta periodista se encuentra en las antípodas de lo que defienden Irene Montero y Pablo Iglesias, las ha tenido tiesas con Monedero en más de una ocasión en debates públicos, y suele considerar a los podemitas como personajes que con excesiva frecuencia abusan de autoritarismo, oportunismo, mendacidad superior a la que suelen demostrar quienes se dedican a esa profesión tan denostada y demagogos hasta decir basta. Son también -con excepciones, como en todo- educados, es la otra cara de la moneda; en más de una ocasión, siempre en privado, Iglesias, Montero, Bescansa y Torrejón, al menos, han demostrado que son respetuosos con quienes no comparten sus ideas y con quienes critican lo que defienden con tanto entusiasmo.

Iglesias y Montero han pasado el trance más complicado de su vida con el nacimiento prematuro de sus gemelos, con su vida en peligro y en peligro también la vida de la madre. Han pasado dos meses de angustia no disimulada y ahora, cuando ha pasado el peligro, han escrito a través de las redes sociales una carta conmovedora. En su espíritu y en su letra, una carta de agradecimiento que demuestra no solo el alcance dramático de los momentos vividos sino que han dejado de lado las diferencias ideológicas e incluso personales para hacer públicas unas enormes "gracias" que incluían desde los Reyes hasta sus contrincantes políticos, pasando por el equipo médico que ha sacado a sus hijos adelante.

En los malos momentos sale lo peor y lo mejor de la gente. Ha hecho falta una situación dramática para que Montero y Sánchez hayan reconocido públicamente que nuestros Reyes son humanos, que nuestra sanidad pública es una de las mejores del mundo si no la mejor. Ha hecho falta ese drama para demostrar que la clase política está plagada de personas que anteponen el respeto y el afecto personal a la contienda ideológica, y que este país, plagado de defectos, es grande en muchas cosas.

La carta de Montero e Iglesias reconcilia con la política.

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