
Calle Rioja
Francisco Correal
Alegría de vivir, costumbre de morir
Estamos aún inmersos en una crisis sin precedentes en nuestra época contemporánea. La excepcional situación sanitaria, con la pérdida irreparable de seres queridos y un cambio abrupto sobre nuestras formas de convivir y relacionarnos, conlleva también una dura afectación sobre la actividad económica, el empleo y el riesgo de deteriorar los indicadores de cohesión social. Asistimos así a una etapa de transformaciones, en múltiples dimensiones, que determinarán en buena medida nuestro modelo de sociedad para las próximas décadas. Toca, por tanto, estar a la altura.
Como representantes de los principales agentes sociales y económicos de nuestra provincia, compartimos la necesidad de aprovechar el diálogo y la búsqueda del consenso como herramientas para aunar esfuerzos, recursos y resolver contradicciones en favor del interés general y el bien común. En esta dura etapa las organizaciones empresariales y sindicales hemos alcanzado en nuestro país acuerdos de enorme envergadura y valor social que han supuesto la salvaguarda de millones de empleos y la supervivencia de decenas de miles de proyectos empresariales. También en el ámbito provincial se han fraguado acuerdos que han servido como hoja de ruta para proteger nuestro tejido económico y ofrecer protección a las personas más vulnerables cuando más lo necesitaban. Con toda modestia, creemos que el diálogo social y la dilatada cultura de negociación y cercanía con la realidad, ha evidenciado el papel que nuestras organizaciones aportan a nuestra democracia.
De la misma manera, lamentamos asistir a un escenario político que poco o nada se parece al deseable. La escalada de tensión y confrontación permanente, acompañada incluso de un lenguaje que poco contribuye a la convivencia y el reencuentro tras un año especialmente duro, lo dificulta sobremanera la generación de los necesarios procesos de diálogo que debieran dar pie a acuerdos de Estado en torno a las cuestiones fundamentales.
Nuestro país, y de forma especial provincias como Sevilla, debe aprovechar los fondos europeos para facilitar la recuperación de la actividad y el empleo, y abordar las diversas transformaciones necesarias para fenómenos de nuestro tiempo como la revolución industrial 4.0 o el cambio climático. En este sentido, los sindicatos y los empresarios de Sevilla vamos a seguir luchando por las inversiones que nuestra provincia necesita, que desde hace años están paradas y que ahora se hacen más necesarias que nunca porque esta crisis no va a hacer más que acentuar las grandes carencias en infraestructuras y movilidad que tiene Sevilla. Unos proyectos que además traerán actividad económica y empleo.
Estamos en unos momentos muy difíciles, pero también estamos ante una enorme oportunidad para la gran política y para los grandes acuerdos. Hay que apostar por el diálogo social y la interlocución directa y coordinada entre administraciones, partidos políticos, sindicatos y empresarios como eje central de un plan global de reestructuración económica y por el empleo.
Reclamamos que las administraciones no tomen decisiones unilaterales que afecten a las empresas y al empleo, sin tener en cuenta a los representantes de las organizaciones sindicales y empresariales más representativas. Reclamamos, así, un espíritu de acuerdo y diálogo sobre el que pivoten las principales políticas públicas. Tenemos que estar a la altura de lo que se espera de nosotros, tenemos que generar soluciones, empleo y confianza. Tenemos que relanzar nuestra economía e impulsar sectores económicos tremendamente dañados. Sólo juntos saldremos adelante.
Los sindicatos y los empresarios de Sevilla hacemos un llamamiento a los políticos para que se dejen de hacer política pensando en las encuestas y se pongan a trabajar por los ciudadanos. Ahora es el momento, ya hemos sufrido bastante al padecer esta dura crisis sanitaria. Toca remar todos en la misma dirección para sacar adelante a Sevilla y a nuestro país.
Para que todo esto pueda llevarse a cabo, es necesario tener generosidad y altura de miras y poner en practica la principal razón por la que se debe estar en política: "La mejora de la vida de los ciudadanos principalmente de los que más lo necesitan". En ese camino siempre nos tendrán a su lado a los sindicatos y a los empresarios, todos trabajando para acabar cuanto antes con esta crisis sanitaria y económica a la que nos ha condenado el Covid-19.
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