La tele más Real del año
Al final, la lógica de dos europeos
Todo ha sido como se esperaba, que esta competición de nuevo cuño titulada pomposamente como un mundial de clubes será para un equipo del Viejo Continente. Lo natural, pues mientras Europa compra, América vende y de esa manera resulta que no hay color y que la supremacía mundial se confirma como cuestión indiscutiblemente europea. A pesar del buen nivel mostrado por los brasileños y por los saudíes que cuentan con Bono, el domingo se decide el campeonato con un apasionante Chelsea-PSG.
O sea que el Mundialito se libra entre el campeón de la Champions y el que se hizo con la Conference. Pasa muy a menudo eso de dejar el maracanazo como apunte anecdótico para que la normalidad suela ganar la pelea. Es lo lógico que el comprador pueda con el vendedor y ahí tenemos un ejemplo tan elocuente como el de Joao Pedro decidiendo la pelea no más llegar al Chelsea contra el equipo que lo formó. Ahí la demostración del porqué de las cosas y también de ahí el acontecimiento de este domingo.
Y de lo que no cabe la menor duda es de que un conjunto puede con un grupo de estrellas. El meneo del PSG al Madrid tiene sus causas y la principal es la de que los parisinos saben a qué juegan y su rival anda en la intentona de que Xabi convenza a su tropa de que no basta con la calidad cuando abundan los versos sueltos. Varapalo monumental al Madrid y la constatación de que los compradores suelen superar a los vendedores.
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