La ventana
Luis Carlos Peris
Poniendo el parche sin salir el grano
Tribuna Económica
La inescrutable China siempre sorprende. Cuando todos los bancos centrales de Occidente han iniciado la retirada de liquidez y anunciado subidas de tipos de interés para combatir la mayor inflación de los últimos 30 años, China, a contracorriente, decide inyectar una gran cantidad de liquidez (188.000 millones de dólares), a pesar de sufrir una agresiva inflación de precios industriales del 12,9%. La razón de esta medida es la desaceleración del PIB de China por debajo del objetivo del 6% para 2022. El Banco Central de China pretende reactivar la economía a través de la reducción del 0,5% en el coeficiente de reservas bancarias, de la reducción de los tipos de interés y del aumento de la concesión de hipotecas a compradores de viviendas. Es sorprendente ya que recientemente el Gobierno Chino había endurecido las condiciones financieras para acabar con el excesivo endeudamiento especulativo de empresas inmobiliarias como Evergrande, cuyo endeudamiento ascendía al 2% del PIB. Sorber y soplar al mismo tiempo es un ejercicio difícil, incluso para China. Al Gobierno chino la estabilidad económica se le está escapando de las manos. Sorprende ya que China fue el único país que superó la crisis con un crecimiento del 2,3%. Lo cual le permitió exhibir la superioridad de su sistema autocrático para manejar crisis extremas.
El nuevo Pensamiento de Xi Jimping es priorizar la estabilidad y seguridad, el crecimiento inclusivo y la prosperidad común sobre el crecimiento desmedido y mal distribuido. No obstante, es necesario un crecimiento inclusivo mínimo, no inferior al 6%, que garantice la suficiente creación de empleo y la paz social. Objetivo complicado, dado el complejo escenario heredado: alto endeudamiento, baja productividad, envejecimiento, reducción de la población activa, desigualdad creciente y deterioro medioambiental. Y todo ello en un momento en el que se pretende cambiar el sistema desde un modelo productivo basado en la inversión pública y las exportaciones a otro con mayor peso del consumo interno y los servicios.
Xi Jimping será elegido para un tercer mandato en el XX Congreso del Partido Comunista en el que exhibirá dos grandes logros: el del crecimiento y la prosperidad común y el del liderazgo mundial .Xi Jimping controla todo, economía, ejercito, partido y estado. Con un poder absoluto solo comparable el de Mao Zedóng., aprovechará el Congreso para reforzar su poder renovando el partido con sus más leales.
Iniciamos 2022 con las dos grandes potencias mundiales en proceso de transformación. Estados Unidos más débil económicamente y políticamente, con alto endeudamiento, desaceleración económica e inflación estructural, polarización política extrema y un presidente Biden con un desgaste prematuro de su liderazgo. China en proceso de transformación, con una firme apuesta por el liderazgo tecnológico global, con un alto endeudamiento y reducido crecimiento, con problemas de productividad, envejecimiento y medio ambiente. Pero con un presidente con un potente liderazgo interno. El año 2022 será clave en la evolución del poder geopolítico mundial en un contexto agresivo de guerra fría . Aunque lo deseable sería que fuera al inicio de un nuevo modelo de cooperación competitiva , en un mundo geopolítico multipolar más seguro , con reglas aceptadas por todos. Una utopía que debiera ser la guía y el objetivo de cualquier líder global.
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