Análisis

joaquín aurioles

La recuperación en andalucía y españa

Nos recuperamos, pero ¿va todo tan viento en popa como da a entender el presidente Sánchez? Los datos interanuales son buenos. De los mejores de Europa, pero hace un año eran de los peores, lo que indica que en nuestra recuperación hay un importante efecto rebote, del que difícilmente puede inferirse su potencial a medio plazo, una vez estabilizada la economía. Los datos del primer semestre indican que crecemos a un ritmo elevado y que creamos más empleo que la mayoría, aunque los mejores pronósticos son para 2022. La temporada alta del turismo será peor de lo esperado, pero permitirá que el efecto rebote se prolongue hasta la siguiente, haciendo que a recuperación se mantenga intensa hasta, al menos, la segunda mitad de 2022. ¿Cómo queda Andalucía en este escenario? Recodemos cuanto cayó su economía y el perfil de su recuperación posterior.

La caída del PIB español en 2020 fue del 10,8%. La del andaluz fue del 9,5% y el peor momento para ambos fue el segundo trimestre, cuando España registró un crecimiento interanual negativo del 21,6% y Andalucía del 19,7%. El levantamiento de restricciones antes del verano permitió suavizar el desplome, pero los resultados siguieron en valores negativos superiores al 8% en los dos casos. Las perspectivas de recuperación en 2021 se vieron frustradas con la tercera ola de contagios durante el primer trimestre y la economía española volvió a contraerse un 4,54% y la andaluza un 4,05%.

Estos datos sugieren que Andalucía ha conseguido resistir algo mejor España la crisis. No era lo habitual. Las perturbaciones externas nos golpeaban más que al resto de España porque nuestras defensas eran más débiles, aunque también nos hacía más flexibles y predispuestos a aprovechar los impulsos de recuperación. Hemos sido, en resumen, más volátiles que el resto gracias, entre otras cosas, a que dos actividades particularmente sensibles a la coyuntura, como el turismo y la construcción, tienen un peso relativo ligeramente mayor que en España, mientras que el de la industria, mucho más resistente a los avatares coyunturales, es notablemente inferior. Ninguna de estas dos circunstancias ha cambiado con la pandemia, así que habrá que buscar otros culpables de la mayor resistencia a esta crisis. Lo encontramos en el sector primario, bastante más presente en Andalucía que en el resto de España y que consiguió cerrar un magnífico ejercicio 2020.

Cuando la recuperación, por fin, se presenta con fuerza es en el segundo trimestre de 2021, cuando la economía española consigue crecer al 19,8% y la andaluza al 18,2%. Contra lo habitual en el pasado, también Andalucía parece quedar rezagada en estos primeros impulsos de crecimiento. ¿Se hace la economía andaluza más estable que en el pasado, mientras que la española se convierte en más volátil? Habrá que esperar para confirmarlo, pero otro indicador interesante es el que nos dice que la economía andaluza tendría que crecer un 5,7% durante el tercer trimestre para alcanzar un nivel de actividad similar al de su equivalente de 2019, mientras que la española tendría que hacerlo al 6,9%. Algo que no parece inalcanzable en ninguno de los dos casos.

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