Silencio por favor eficaz

Filósofo que tenía en el ingenio su causalidad, el irrepetible Rogelio Sosa tuvo una salida de las suyas cuando le preguntaron con qué tipo de público se quedaba y el coriano contestó con la rapidez que le caracterizaba que con el del tenis. “Dice el árbitro silencio por favor y se callan. Eso es impensable que lo haga el público del fútbol”, explicaba. No sé si esa será la causa por la que Curro Romero es tan aficionado al tenis, pero lo cierto es que se pasa los días viendo partidos de tenis. Sólo interrumpe ese entretenimiento cuando la tele da una corrida de toros y en ella intervienen los toreros de su gusto. Y en estos días de julio, el Faraón anda ensimismado con lo que pasa en Wimbledon y te explica los pros y los contras de los Alcaraz, Djokovic o Sinner. Ve tenis a todas horas y no sé, pero posiblemente fue ese eficaz “silencio, por favor” lo que provocase una afición tan desmedida. Y, por supuesto, en estos preferirá ver a Alcaraz que a la ruidosa corrida que se da cada tarde en la plaza de toros de Pamplona.