Acentos

EN este 28-F Canal Sur puso el foco en el acento, en los acentos, una cuestión que ya no acompleja ni arruga como demuestran los actores andaluces y como decíamos ayer sobre Vicente Romero. Manu Sánchez era el encargado del especial de este domingo, grabado todo en exteriores, con una cadena de figuras artísticas colocadas ante monumentos para que destilaran su arte mientras el nazareno se empeñaba en reiterarse con el acento, como si los demás aún no nos entendieran, o no nos quisieran entender: como si fuéramos más andaluces que nadie por subrayar el ceceo y acelerar las palabras. No somos bichos raros, ni especies que necesiten de protección. Pero en Canal Sur ahora van por esa onda. El isleño Juan Ochoa, que locuta un excelente castellano, cuando pone la voz para las promos de la autonómica empieza a comerse las consonantes finales. Nuestra identidad no pasa por colocarnos entonaciones de actores antiguos. La televisión pide más que nunca naturalidad y justo ahora a nuestra autonómica le entra un arranque de artificios dialectales. Manu gana en su especialidad, el monólogo (ahora los hace con aires de romanceros carnavaleros), con sus juegos sobre el pueblo conio; pero la audiencia andaluza, atenta en otros tiempos con el 28-F, no respondió ni en el domingo (7,1%) y aún menos en la redifusión del lunes, 4,8%. Para ser un Andaluz de la A a la Z el recorrido fue gafapasta, aunque merecieran la pena momentos como Poveda y nuestro himno.

La gallega Ana Rodríguez Martí, vocal de la Academia de TV, se ha convertido en la conductora de las mañanas de Canal Sur. Sonriente, con un corte de pelo juvenil, es natural y al menos no fuerza ningún acento. Rescatando el formato clásico de la autonómica, La mañana con Ana es un monográfico de tres horas sobre un pueblo de nuestro mapa. Qué idea. Qué haríamos los andaluces si no nos aprendiéramos de memoria las mantecadas, artesanías y fandanguillos de todas las pedanías y municipios: la Andalucía vertebrada del polvorón.