Adolfo Cuéllar III, nada menos que todo un bético

En el canal privado del Betis se presentó a una persona clave en el proceso de liberación

13 de julio 2019 - 08:36

Históricamente, la vida de los clubes está basada habitualmente en sagas, en sentimientos de abuelos a nietos y ello queda constancia en el campo del Betis haciendo utilización de una sentencia llena de cariño y de verdad que acuñó Manuel Ramírez, aquel Fernández de Córdoba de los relatos futbolísticos. Y antier noche, en el canal temático del Real Betis Balompié se confesaba a corazón abierto un preclaro descendiente de béticos.

Bajo la conducción de Manolo Rodríguez, el programa Béticos tuvo un inquilino excepcional. Nada menos que el tercer Adolfo Cuéllar que registra en su nómina lo mejor de la historia verde, blanca y verde. Y este Adolfo Cuéllar III se deslizó por la pantalla con el señorío, la elegancia y esa bonhomía que todos los de ese apellido traen de fábrica, recordó cómo su vinculación a la causa arranca prácticamente de la cuna y se emocionó en el recuerdo a sus ancestros.

Por ejemplo, su emoción cuando supo que el presidente de la primera final de Copa, aquella del 31 con el Athletic, era su abuelo, el hombre que convenció a Ignacio para presidir el club y cómo el padre fue directivo en tiempos de vacas no precisamente orondas. Recordó con cariño a su tío, aquel Ramón Bordas racial e intransigente con cualquier maniobra que pudiese rozar un varal del Betis y no quiso adoptar protagonismo alguno en el proceso de liberación del club.

Y eso que su rol en tan histórico capítulo de la historia del Betis ha sido de una trascendencia indudable, sobre todo cuando hubo de taparse la nariz para un pacto que evitó al club estar un lustro más en los juzgados. Elogiando el paso adelante de Gordillo, recordando a béticos como Hugo Galera y reconociendo en las buenas manos que está su club del alma, el paso de Adolfo Cuéllar por el programa Béticos demostró para quien lo dudase la clase de bético que es.

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