Apostando por la calle a un gran amigo

03 de enero 2022 - 01:47

Era un hombre rodeado de libros y que repartía bonhomía desde su pedestal de médico y de ciudadano ejemplar. Era un hombre que se desvivía por sus semejantes y que desde su taifa de la Alfalfa o desde Umbrete, su Castelgandolfo particular, no le negó nunca a nadie la sal de la vida. Era Ismael Yebra, que nos dejó hace ya casi dos semanas con un sentimiento de orfandad inconsolable por el amigo irrepetible. Y hace unos días en este periódico lanzaba Carlos Colón una idea que compartimos cuantos supimos de las bondades del doctor Yebra. Proponía el compañero que el callejero de Sevilla se enriqueciera con el nombre de Doctor Ismael Yebra. Y hasta apostaba por el sitio idóneo, que no puede ser otro que esa prolongación de Cabeza del Rey don Pedro en su estrechez de la desembocadura en Águilas. Una acertada idea que compartimos y así lo hacemos saber.

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