La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Objetivo, el Rey
Si lo sabían y tenían toda la información, ¿por qué no actuaron? Si mes tras mes y día tras día los especialistas advirtieron de la incidencia de la relajación durante las fiestas ante la tercera ola, ¿por qué no fueron más contundentes y eficaces? Me refiero a las autoridades nacionales y autonómicas. El Gobierno de España echó el balón a las autonomías. Sánchez es muy dado a confundir gobierno con autoerotismo ante una cámara. El ministro de Sanidad está en las elecciones catalanas, aunque la verdad es que no se nota dado lo pésimo de su gestión. Gobernar es difícil, incluso jodido, cuando obliga a tomar decisiones impopulares que sólo darán fruto a medio y largo plazo. Vivimos hace años una política cortoplacista que Sánchez ha convertido en instanteplacista. Él es el Señor de las Vacunas que pone el logo del Gobierno de España en las cajas que les traen, pero no actúa como el responsable máximo de la nación en estos tiempos tan duros. Los virreyes autonómicos, por su parte, han capeado el temporal como han podido sin atreverse tampoco a tomar medidas necesarias pero impopulares. Y ambos han volcado toda la responsabilidad en los ciudadanos.
Se ha querido salvar la economía a costa de la salud, y vamos camino de que se vean dramáticamente dañadas ambas cosas. Cuando Chamberlain pactó con Hitler, Churchill le lanzó una de sus frases históricas: "Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra. Elegisteis el deshonor y ahora tendréis la guerra". Póngase economía en lugar de deshonor y recrudecimiento de la pandemia en lugar de guerra y se tendrá un retrato aproximado de la situación actual. Como ha dicho el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona: "Se está resquebrajando el equilibrio entre economía y salud".
Tenemos, tras la relajación navideña, siete regiones en riesgo extremo y en ellas se están aproximando a los primeros colapsos hospitalarios. El presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias avisa que "empezamos a notar que los pacientes que ingresan por Covid-19 se han incrementado de manera significativa en los últimos días, pero lo peor está por venir porque el mayor pico de ingresos hospitalarios se producirá a mediados de enero". Todo agravado por la desastrosa gestión del plan de vacunación. ¿Se ha tasado en vidas humanas el precio a pagar para reactivar la economía y no adoptar medidas impopulares?
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