Desde mi córner

Luis Carlos Peris

Cualquier parecido con un partido de fútbol…

27 de octubre 2015 - 01:00

SÓLO falta que, tal como se azuza desde Madrid, a Mascherano le caiga una sanción que le impida jugar el llamado Clásico para que nos den con Els Segadors a todas horas. Como éramos pocos parió la abuela en forma de denuncia que ha ensuciado más el panorama del fútbol. La denuncia por encargo de un picapleitos barcelonés y con bufete cercano al Camp Nou ha embarrado las cosas de tal forma que procede resolver por vía de urgencia.

Si esto no se aclara, el obús a la línea de flotación de nuestro fútbol será de consecuencias imprevisibles. Archiconocido el caso sobra volver a describirlo, pero los días pasan y la incógnita revolotea sobre nuestro fútbol a guisa de nube tóxica. Antaño se tenía medio asumida la corrupción en el arbitraje, pues las leyendas urbanas circulaban a su antojo sin que nadie les pusiese freno con un hasta aquí hemos llegado y vamos a aclarar las cosas, pero no se aclaraba nada.

El asunto no pasaba de clasificar a los árbitros en dos bandos, los halcones y las palomas. Incluso las peñas quinielísticas esperaban a conocer las designaciones arbitrales para saber dónde pitaban las palomas y dónde los halcones. Las palomas eran los caseros y los halcones los que desafiaban la iracundia de la grada con arbitrajes temerarios. Por tanto, donde el halcón, un dos en el casillero; mientras que el uno podía considerarse inamovible si juzgaba un considerado paloma.

Ahora con la cobardona denuncia de un linier anónimo, los viejos fantasmas se han desatado porque, entre otras cosas, se trata de la manipulación de lo más importante que ocurre en este país, un Madrid-Barça. Por el mero interés general convendría descubrir qué hay de cierto en todo esto. Como se llegue al día de autos con el rumor campando a sus anchas cualquier parecido con lo que debe rodear a un partido de fútbol, como en el cine, será pura coincidencia.

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