DIRECTO Madrugá Sevilla en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para la Madrugada

Cuernos o ideas

Mientras el veneno germinaba, la sociedad bien pensante y cabal se reía del payaso

Deseábamos que terminara el nefasto 2020 convencidos de que este año iba a ser mejor, y en sólo unos días las cifras del Covid-19 alcanzaban máximos, aparecían nuevas cepas descontroladas, volvían los confinamientos más duros y la vacunación demostraba por enésima vez que nuestra organización como estado descentralizado deja mucho que desear. Al mismo tiempo hemos asistido atónitos a la toma del Congreso norteamericano por parte de unos locos animados por el presidente del país. El lugar creado para intercambiar ideas civilizadamente convertido en demostración de esperpento y furia. Tenemos esperanza de que en breve Trump y el Covid-19 sean sólo malos recuerdos, pero si de lo ocurrido no aprendemos nada y no cambiamos aquello que nos trajo hasta aquí, los problemas volverán.

Trump sólo se explica por la deriva brutal que la comunicación ha tenido en las últimas décadas. El público le conoció por su trabajo como presentador en un infame programa de telerrealidad en el que su papel principal consistía en despedir a los concursantes que aspiraban a un trabajo. El resto ha sido un homenaje diario a la desinformación que alimenta a los peores populismos. Pero mientras el veneno germinaba, la sociedad bien pensante y cabal se reía del payaso y menospreciaba a sus seguidores. Hoy el barro se ha expandido por todo el mundo tanto o más que el coronavirus, porque aún no se han inventado las mascarillas que nos protejan de las mentiras y la desinformación, y porque las vacunas a base de buen periodismo y de democracia están muy lejos de ser práctica y uso habitual de la mayoría. Así que podemos salvarnos esta vez, pero los virus dañinos seguirán entre nosotros. Perdónenme el pesimismo, pero si con una crisis sanitaria, de mala gestión tanto a nivel nacional como autonómico; si ante el aumento del populismo cada vez más violento y una crisis laboral brutal; no sabemos aparcar nuestras diferencias (que no son tantas) y hacemos de todos aquello que nos une a la hora de establecer la base de las prácticas políticas y sociales ¿qué más tiene que pasar para hacerlo? Que después de lo ocurrido estemos más divididos aún que antes, muestra que ha sido un logro extraordinario descubrir la vacuna en tan poco tiempo, pero lo que de verdad necesitamos es una vacuna contra la insensatez. Sin embargo, no parece que nadie esté trabajando en ella, y a quien lo haga le llamarán ingenuo y pusilánime. Porque ahora lo que se lleva son los duros y decididos, esos con cuernos en la cabeza, en vez de ideas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios