Luis Carlos Peris

Difícil Vigo, pero jamás un drama

Desde mi córner

El avispero levantado con el recuerdo del gol de Bjeliça le complicará la vida al Betis, pero queda tanto camino...

07 de noviembre 2010 - 01:00

HACE muy bien Pepe Mel advirtiendo que el colchón que protege a su equipo es feble, sólo de dos plumas, pero tranquiliza bastante saber que si el Betis cae este mediodía en ese avispero artificioso que será Balaídos continuará siendo el líder de la ominosa categoría que vive. Eso da mucha confianza en sí mismo, pero una confianza excesiva daría al traste con toda una trayectoria a la par que dotaría de alas a sus perseguidores. Hace bien, por tanto, el que maneja la barca en recalcar que el colchón sólo tiene dos plumas y que con dos plumas no se garantiza la seguridad de su dueño, léase el por siempre Real Betis Balompié.

Debe saber también el Betis que esa nevera que es Balaídos dejará de serlo ante su presencia, pues resulta recurrente recordar el gol de Bjeliça el Martes Santo del 97 para despertar todos los demonios familiares y que la nevera se convierta en microondas. Incluso dos viejas glorias que son muchísimo más viejas que glorias han arremetido esta semana previa contra el Betis, al que acusan de nada bueno para que el celtista de a pie se soliviante y sus iras caigan en todo lo alto del sevillanísimo club de las trece barras. Claro que esa ira debe servir tan sólo para que el Betis se sienta espoleado y la fragilidad que le achacan se convierta en coraza inhoradable para el Celta.

Es un partido que sabe a Primera División, pero que nada más que es un partido de la jornada undécima de Segunda División. En la cumbre, pero en el principio de un camino que va para muy largo, por lo que tampoco es cosa de dramatizar un contratiempo ni de celebrarlo excesivamente si sale de cara. Va a encontrarse el Betis con un Celta que nada tiene que ver con el de las campañas anteriores; ese viejo zorro que es Paco Herrera lo ha compactado y se muestra muy sólido. Todo ello más el avispero fabricado al rebufo de aquel gol de Bjeliça que suele esgrimirse en Vigo cuando asoma el Betis hará que todo sea muy complicado, pero nunca jamás un drama.

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