GRACIAS a la presentación de la candidatura del señor Cebolla a las primarias del PSOE los profanos hemos sabido de la existencia del cargo de secretario de Dinamización de Agrupación del PSOE de Sevilla. Un descubrimiento. No sólo debido a mi ignorancia: los informados contertulios de La noche en 24 horas tuvieron que pedir a Sergio Martín que les repitiera el cargo porque no acababan de enterarse de qué iba eso de secretario de Dinamización de Agrupación. Aunque también es verdad que uno de los tertulianos se lo pidió por aquello de la coletilla "del PSOE de Sevilla", que le dio juego para hacer unas bromas sobre la casualidad de que a Pedro Sánchez le surgiera un competidor desde el susanato andaluz y sevillano.

Sobre dinamos, dinámicos, dinamismos y dinamizaciones sabíamos del entrañable dúo formado por Arcusa y De la Calva, el cuarteto mexicano Los Dinámicos del Norte, la orquesta Los Dinámicos de Tenerife -autores de éxitos como Mimí Pinzón-, los Dinamo rojos de Kiev, Zagreb, Bucarest y Dresde creados siguiendo el modelo del leninista Dinamo de Moscú fundado en 1923, el superhéroe de los años 40 Dynamo, el otro superhéroe Dynamo de los años 60 que formó parte de los T.H.U.N.D.E.R. Agents, los más recientes Capitán Dinamo y Dynamo Joe o los villanos Dinamo Carmesí de Marvel.

Ahora a los grupos musicales españoles, equipos de fútbol comunistas y superhéroes americanos hay que sumar al secretario de Dinamización de Agrupación socialista sevillana. Sólo cabe repetir la famosa frase del divino calvo Rafael el Gallo cuando, tras ser presentado a Ortega y Gasset, preguntó a qué se dedicaba "ese gachó con pinta de estudiao" y le dijeron que era un filósofo: "Hay gente pa tó".

Me pregunto cuántos secretarios de dinamizaciones de agrupaciones y otros cargos de nomenclatura extravagante guardan los partidos en sus más bien opacas entrañas. Quienes los desempeñan deben estar convencidos de la trascendental importancia del servicio que prestan. Pero han comprender que en nuestra cortedad de miras haya cargos que nos suenen raros, muy raros. ¿Es cosa nacional o sólo andaluza y sevillana? Porque aquí somos muy dados a crear cargos para satisfacer vanidades o llenar bolsillos, caso de los diputados de banda cofrades o de los jasesores incrustados en ayuntamientos y diputaciones.