LA Bolsa española bajó ayer el 2,10%, la mayor caída desde el pasado 15 de mayo, y pasó de los 11.000 a los 10.700 puntos, arrastrada por la posibilidad de que Argentina suspenda pagos, y por la situación del Banco Espírito Santo (BES) portugués, que se desplomó en el mercado un 42%. De esta forma, el Íbex perdió 230,20 puntos, hasta los 10.707,20 puntos, con lo que cierra julio con una caída del 1,98%, la mayor desde junio de 2013. En lo que va de año las ganancias se reducen al 7,97%. A pesar de la caída del mercado, la prima de riesgo se mantuvo en 133 puntos básicos.

La Bolsa ya comenzó la sesión de ayer a la baja a pesar de los positivos resultados semestrales de Santander y Telefónica. Pero el miedo ante la posibilidad de que Argentina entre en suspensión de pagos llevó a la Bolsa a situarse en los 10.900 puntos. A ello se unía la situación del BES, que tras ser suspendido de cotización volvía al parqué con un desplome del 50%, y ello tras anunciar pérdidas por valor de 3.577 millones.

La apertura a la baja de Wall Street acentuó la caída de la Bolsa española y del resto de Europa: Londres cerró con una bajada del 0,64%; París, del 1,53%; Milán, del 1,52% y Fráncfort, del 1,94%.

Wall Street abrió con fuertes descensos tras publicarse un mal dato de empleo y resultados trimestrales que no convencieron al mercado.

Grifols lideró las pérdidas, al desplomarse el 13,97%, tras unos resultados que no cumplieron las expectativas. Fue seguido de Sacyr, que cayó el 5,10% y Jazztel, el 4,82%. Ningún valor del Íbex cerró en positivo, aunque el que menos perdió fue FCC, solo el 0,09%.

En el caso de los grandes valores, todos terminaron con pérdidas: BBVA, del 3,11%; Inditex, del 2,17%; Repsol, del 1,46%; Iberdrola, del 1,28%.

El Banco Santander, que hoy ha anunciado un beneficio de 2.756 millones, el 22,2% más, se dejó en la sesión el 1,99%; en tanto que Telefónica, que ganó 1.903 millones, el 7,5% menos, retrocedió el 1,17%.