Espartinas, víctima de un edil sectario

06 de agosto 2021 - 01:45

Funcional y de planta airosa, la plaza de toros que se levantó en el pueblo de Espartaco enorgullecía a un lugar que había alcanzado notoriedad al rebufo de su hijo más preclaro, Juan Antonio Ruiz, el primogénito de aquel primer Espartaco que se batió a muletazos con la vida para salir de la pobreza. Y cuando se levantó esa plaza, que fue en 2005, con una proyección clara hacia el multiuso, quién iba a imaginar que un político de comunismo trasnochado y mediocre en cuanto toca la condenaría a su muerte. Ha sido mediante la vieja conseja de dejarla sin utilidad por el simple hecho de que al hombre no le gusta el toreo. Y en su sectarismo ni siquiera permite que los toreros del pueblo puedan torear en ella sin toro. Esperemos que las urnas expulsen del Ayuntamiento de Espartinas a personajes como este concejal que tan bien lo pasa prohibiendo lo que a él no le gusta.

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