No hay GPS que pueda con el Plan E

ADENTRÁBAME hace unas noches por los procelosos vericuetos del Aljarafe y no pude menos que comprobar que han ganado en procelosidad. Es más, todos los pueblos de España se han hecho más intrincados con el dichoso Plan E que Zapatero se sacó de no se sabe dónde para dar trabajo al desempleado. Y como en vez de hacer obras necesarias se ha dedicado el dinero a ensanchar aceras y cambiar de sitio farolas, pues resulta que con todo patas arribas y las calles desventradas, se hace una aventura adentrarse por lugares poco habituales. Me pasó la otra noche en San Juan y en Mairena para llegar a casa de un conocido. Uno no suele usar el GPS, pero aun con ese milagrero navegador hubiese resultado ímprobo dar con la meta. No hay Global Positioning System, nombre completo del GPS, que pueda con el Plan E del inefable mandarín que nos manda y que resuelva los nuevos itinerarios.