DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

César romero

Escritor

Guía para vadear turistas

Si ve a dos 'erasmus' depositar una bolsa de basura en una papelera, llámeles la atención

No muerdas la mano que te da de comer, reza el viejo dicho. Lo sabe desde el perro sin flauta que malvive en la calle hasta el responsable de un medio periodístico que procrastina una mala noticia sobre uno de sus anunciantes preferentes. Pero a veces el hastío nos puede y, pese a que esta ciudad viva en buena medida del turismo, vemos una lacra donde hay un arca, ¿rebosante? Para esos momentos de hartazgo, una breve guía.

1.- No hable inglés. Los españoles tenemos un complejo con los idiomas exagerado (en general tenemos bastantes complejos cuando nos comparamos con los demás, cosa incomprensible dada nuestra Historia). Cuando hay que vadear una aglomeración céntrica, por ejemplo a las puertas de uno de esos negocios que alquilan bicis para conocer la ciudad, tiramos del inglés chapurreado y buenamente intentamos que nos dejen pasar. No lo haga. Pierde el tiempo. No es que el tumulto de turistas lo ignore, o lo mire como si su presencia estorbara (¿habrán leído a Antonio Machado y también desean una Sevilla sin sevillanos?; por ese camino vamos), es que franceses, japoneses, italianos balbucean tan mal inglés como el avergonzado ciudadano. A veces parece que hasta los anglosajones hablen poco inglés. No es que su inglés no llegue, es que la mayoría de los turistas saben menos. No se amilane. No quiera hacerse entender. Pase, sin excúseme que valga. Y a ser posible con las manos cruzadas a su espalda y el ceño fruncido, con rostro de airado jubilado y en un periquete.

2.- No espere a que hagan una foto. Lo educaron amablemente y si ve a alguien haciendo una foto (un retrato decían nuestros mayores) se detiene para no estropearla. Olvídese. No vuelva a hacerlo. No avanzará. Cada dos metros se va a encontrar a una pareja o a un grupo posando, a alguien con un palo y su móvil al final haciéndose el enésimo selfie del día, por ejemplo delante de la vaca mascota de una conocida franquicia (sí, uno también se lo pregunta: ¿para qué narices se fotografía delante de una vaca de cartón-piedra un señor más que adulto, que además no está de parranda?). No se pare. Saldrá en muchas fotos, pero no le importe: ¿alguien ve esas fotos después?

3.- Afee las conductas impropias. Si ve a dos erasmus pecosos o a una deliciosa familia con bebés embadurnados en protector solar depositar una bolsa de basura en una papelera, llámeles la atención. No se calle. Dígales que en su país no lo harían. Con tono conminatorio. Si quiere, adjetive al país, aunque es más práctico poner cara iracunda, a ver si cunde la vergüenza y el turista que nos da de comer no se atreve a dejar la bolsita con sus restos orgánicos junto a la papelera o en la siguiente esquina. No se corte, ríñale y mantenga la mirada hasta que lo vea marchar con su paso lerdo y la bolsa en la mano pensando dónde facturarla.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios