Luis Carlos Peris

Hallazgo de una nueva sociedad

desde mi córner

El debutante Cicinho y el campeón de casi todo Jesús Navas prometen componer un gran ejército simbiótico

10 de agosto 2012 - 01:00

DESPUÉS de digerir la presentación del Sevilla 2012-2013 ante su gente he de decir que lo mejor fue la puesta en escena, con un precioso vídeo rememorativo de Antonio Puerta y, sobre todo, la irrupción de una nueva sociedad que puede llevar muchos momentos de júbilo a Nervión. Lo del vídeo fue la demostración palmaria de lo bien que en ese apartado se hacen las cosas en el Sevilla de José María del Nido. Fue un hecho de material muy sensible que nos tocó las fibras más escondidas y que hay que añadir a la relación de eventos que el área social del club organiza al cabo del año, de cada año, de toda la vida en suma.

Y con el balón de por medio me quedo con esa partida que compusieron el recién llegado Cicinho y el campeón del mundo, de Europa y de no sé cuántas cosas más que atiende por Jesús Navas. Viéndolos recordaba cómo el Sevilla de los grandes éxitos solía pulverizar a los rivales mediante la pequeña y grandiosa sociedad que componían Navas y Alves para que Kanoute o Luis Fabiano apuntillasen. Ante un Deportivo al que, por cierto, no le veo mucho futuro en su retorno, Navas y el debutante reeditaron aquellos momentos y la verdad es que no pudo ser más gratificante el hallazgo. Gratificante y también posible vaticinador de un futuro menos opaco.

Quizá a Cicinho le falte algo de la sobredosis de mala leche que saca el hoy barcelonista en los partidos, pero fue sorprendente que se complementara tan bien con Navas. Rapidísimos ambos y sabiendo para qué sirve el balón, los dos pueden ser motivo de vísperas de insomnio para cada entrenador que visite Nervión. Temporiza uno, dobla el otro o viceversa, desbordan ambos con la línea de fondo entre ceja y ceja, sólo me falta saber qué balance defensivo será el que ofrezca ese flanco de la defensa sevillista. Por lo demás, convengamos en que Negredo continúa con el punto de mira centrado y que el rival no daba para sacar conclusiones definitivas.

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