Importación convertida en tradición

14 de diciembre 2019 - 02:33

Zambombas, mejor que el horrendo zambombá, a discreción como una importación más para que el cupo de tradiciones se engrose, que son pocas las de toda la vida y ya se sabe que no hay mal año por mucho trigo. Y a la zambomba flamenca se incorporó un día una versión gastronómica de lo mismo, la poleá flamenca que se celebraba en la peatonal San Jacinto para gloria y prez de la cosa trianera. Pero volviendo a la zambomba hay que recordar que es una fiesta proveniente de la muy flamenca Jerez de la Frontera en general y de su barrio de Santiago en particular. Habitualmente alrededor de una berza gitana, plato económico antaño y que hoy cuesta un ojo de la cara en ciertos comederos de moda, la fiesta nunca tenía hora de caducidad y de Jerez la trajimos a esta ciudad, abierta a que la relación de tradiciones suba a diario, que no hay mal año por mucho trigo.

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