La Universidad de Cádiz, en sus diferentes campus, incluido el de su Algeciras natal, celebró recientemente a Juan José Téllez por su contribución a la literatura y la cultura en la provincia. Con la coordinación técnica de Daniel Heredia, la VII Semana Universitaria del Libro de la UCA mostró, por si alguien lo dudaba, la extraordinaria talla poética de Téllez, que en broma lo calificó de "homenaje póstumo" por coincidir con su cese al frente del Centro Andaluz de las Letras (CAL), aunque los organizadores habían decidido meses atrás que fuera él quien sucediera en tal distinción a Felipe Benítez Reyes.

Hablar con Téllez es hallarse ante una puerta abierta a numerosas lecturas y quienes lo conocen saben tanto de su generosidad como de su humildad para lo que respecta a su propia obra. Así que en nuestro último encuentro no consigo que me dé muchos detalles de su tributo pero sí de otro muy emotivo que Benítez Reyes y él apoyaron días atrás. Un libro en agradecimiento a cuanto ha aportado a la literatura Antonio Cabrera, un poeta nacido en Medina Sidonia en 1958 pero que ha desarrollado su carrera como profesor de filosofía, traductor y escritor en la comunidad valenciana. Premio Loewe y Nacional de la Crítica por ese prodigio que es En la estación perpetua, Cabrera jugaba al balón con el hijo de un amigo cuando una caída fortuita le dejó con la movilidad completamente reducida, de esto hace ya dos años.

Fernando Delgado y los poetas de la zona del Levante, como Carlos Marzal y Francisco Brines, estuvieron desde el principio al frente de un proyecto que se ha materializado en un volumen muy hermoso donde además participan artistas como la Premio Nacional de Artes Plásticas Carmen Calvo. El libro, editado por Pre-Textos, es una invitación a leer a Antonio Cabrera concebida por autores que le admiran y piensan que su poesía ha inspirado su vida, incluido el editor del sello, Manuel Borrás. La sevillana María Alcantarilla es una de las firmas más jóvenes en una lista de colaboraciones que incluye a numerosos ganadores del Loewe, como el cántabro Lorenzo Oliván, el granadino Luis García Montero y los gaditanos Jenaro Talens, José Ramón Ripoll y Javier Vela.

El libro, titulado Luz a ti debida, se presentó días atrás en Medina en un emotivo homenaje al también autor de haikus ornitológicos que contó con la participación de su propio hijo y de diversos escritores como José Mateos. Tras la presentación, la biblioteca de Medina Sidonia se ha rebautizado con el nombre de Antonio Cabrera según acordó el pleno municipal. En vísperas de la Feria del Libro de Sevilla me gusta creer que la literatura es un antídoto contra el dolor y la desesperanza. Que, como él escribió en su poema Páramos altos, "existe un sitio adonde escapa todo".