La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Libertad, sí, pero para todos

Hay quienes creen que la libertad ampara sólo a los que ofenden y no a los ofendidos, que deben callar y resignarse

Una compañía de teatro monta en un espacio cultural dependiente del Ayuntamiento de Madrid una obra llamada Dios tiene vagina en la que hacen cosas en pelotas que según ellos y sus exegetas "explora cómo el imaginario popular -la religión y sus iconos, la música, la gastronomía, las fiestas- influye en la conformación de la identidad individual". Allá ellos. Esto forma parte de la libertad de expresión y creación, por poco que exprese y cree. Y esta libertad es un bien superior que no puede ponerse en cuestión por minúsculas tontadas como esta.

La libertad también permite que quienes se sientan ofendidos por esta obra recurran a una protesta tan testimonial y pacífica como rezar un rosario de desagravio ante la puerta del teatro y presentar una denuncia por agravio a los sentimientos religiosos. En mi opinión se equivocan, porque con ello dan publicidad al espectáculo y hacen feliz a la compañía que así se siente transgresora y perseguida. Pero dice el sentido común democrático que tanto derecho tiene la compañía a representar como los agraviados a protestar y recurrir a los tribunales. De lo contrario la libertad de expresión sería privilegio solo de unos, negándose este derecho a quienes se sienten ofendidos. La Justicia actuará, en el caso de que se presente y sea admitida la denuncia. En esto consiste la libertad.

Pero he aquí que El País se alarma ante tan minúsculo asunto y, uniéndolo a la amenaza telefónica a una librería en cuyo escaparate se exhibe un libro que al parecer ofende a los fans de Millán Astray, mata mosquitos a cañonazos titulando: "Cruzada de ultracatólicos y legionarios contra la libertad de creación". Un poco exagerado, ¿no? ¿Un grupito rezando el rosario, una denuncia y una llamada amenazante se pueden definir como "cruzada"? ¿Sentirse ofendido porque se blasfeme y se ridiculicen símbolos religiosos convierte en ultracatólico? Y en cuanto a lo de "legionarios", ¿se tiene la certeza de que la Legión -cuerpo militar que en los últimos 20 años ha participado en misiones internacionales de paz en Bosnia-Herzegovina, Iraq, Afganistán, el Líbano o el Congo- tiene algo que ver con esto?

Uniendo las palabras "cruzada", "ultracatólicos" y "legionarios" para enfrentarlas a "libertad" se convoca un pasado terrible que nada tiene que ver con nuestro presente -ni del país, ni de los católicos, ni de la Legión- para inflar intencionadamente unos hechos nimios.

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