DERBI En directo, la previa del Betis-Sevilla

Relectura alterna del 28-F

Andalucía está a la cabeza en cuanto a menesterosos. Mucho más que la media española y por delante de Canarias

Llega el 28-F y el Metrocentro tuneado de anuncios nos recuerda que, según la Junta de Andalucía, tenemos “mucho que celebrar”. A uno, en lo particular, le entran sus dudas y complejos. El spot institucional del 28-F nos dice que los andaluces somos líderes en poner el alma en todo. Las generalidades destapan oscuras excepciones. Dice el spot que siempre sacamos una sonrisa, que siempre damos la bienvenida, que somos líderes en el arte de sentir, en echarle coraje día a día, en exigirnos cada vez más. La autoestima llega a la eyaculación precoz cuando se nos dice que también somos líderes en entendernos, en amarnos, en escuchar a los demás. Por eso tenemos “mucho que celebrar”. A uno, en fin, se le pone cara de alarmante excepcionalidad.

Sea como sea hay que agradecer esta destilación de orgullo gracias a Juanma Moreno y a su andalucismo reformista (qué caduco queda ya el kirchnerismo lerele de Susana). Si a uno, además, le dicen que Sevilla es la Roma andaluza, pues se sentirá transido y un punto cesáreo. No importa que todos los años nos recuerden que los barrios más deprimidos de España están aquí (Polígono Sur y Los Pajaritos-Amate). Y poco importa conocer lo que revela la tasa Arope sobre riesgo de pobreza y exclusión social en España. Andalucía está a la cabeza en cuanto a menesterosos (37,5%). Mucho más que la media española y por delante de Canarias y Extremadura, competidoras por lo bajo. Esto es pues el 28-F, el diapasón entre orgullo hiperbólico y tremendismo vergonzante.

Decía Javier Aroca en El Zaguán de este diario que la muy heterodoxa Sevilla no sabe que es como Roma y Nueva York, una ciudad-estado. El problema vino cuando le hicieron creer, más allá del fútbol, que su papel era hacer de jugador número 12. La ciudad complaciente no ha hecho sino explotar su condición de animadora de pago sobre fondo de cartón piedra: turismo, Semana Santa y Feria.

Entre otros aborígenes, le han dado la Medalla de Andalucía al Ateneo de Sevilla y a Los Romeros de la Puebla. El quinteto de las eternas sevillanas ha lucido el supuesto uniforme de lo andaluz por todo el mundo (chaquetilla de corto, zahones, sombrero). Nos gustan más los romeros con sus camisas de la Transición, estampadas y de cuellos voladores. Tik Tok y 28-F. Lo último en folclore cultural revisado llega del flamenco punk de La Plazuela, la kinkidelia de los Derby Motoreta’s y Burrito Cachimba, el tronío refundado de la nueva gitana de Cruzcampo, el folclore futurista de Califato ¾ y su flipante versión drum bass del No îmnô de Andaluçía. Blas Infante tal vez no entendería nada.

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