TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

La lluvia en Sevilla

Turismo de despedidas

A la ciudad arriban grupos para celebrar despedidas de soltero desde todas partes de España

Un pene gigante avanza hacia mí, como la teta asesina que perseguía a Woody Allen a chorrazo limpio en Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar. Lo que acabo de describir puede parecer una pesadilla que contarle al psicoanalista, pero les aseguro que me sucedió estando despierta, en la calle y a plena luz del día. Tardé unos instantes bastante angustiosos en entender que se trataba de una novia que, en la víspera de lucir blanca y radiante, las amigas la habían disfrazado de carajo enterizo, y la paseaban por Sevilla de esta guisa. No vengo aquí a valorar el gusto del atuendo, cosas más gordas se vieron en Pompeya, y el polvo del Vesubio cubrió por igual a soeces y relamidas. (Quienes censuran el gusto ajeno, y proponen el suyo como el único válido, es porque no se han visto la corbata chillona en un espejo). También he avistado en estos días a bastantes señores disfrazados de perro pachón o de gitana, y a colegonas que han quedado en ir a emborrachar a la novia equipadas todas igual, y que en ocasiones caminan con fatiga, con un muermo que no augura nada bueno; no sé si es que están hartas de dar vueltas o si se trata de amigas alquiladas por la contrayente en la misma empresa de eventos que le arrienda la limusina rosa-chicle o la barquita.

Me dirán que esto mismo pasa en todas las ciudades del resto de España, pero mi hipótesis es que Sevilla alberga un turismo de despedidas de alta intensidad. A la ciudad arriban grupos para celebrar despedidas de soltero -eso que parece de toda la vida, pero tiene las mismas décadas y glamur que lo de llevar bragas rojas en Nochevieja- no sólo de los pueblos de la provincia, sino de todas partes de España. Para comprobarlo basta regresar de Madrid en el AVE un viernes por la tarde. Si usted teclea "despedidas de soltera en Sevilla", encontrará tantas ofertas de packs todo incluido (tenemos la crazynight, el pack special chicos, el premium, el picantón, el de sevillanas maneras, al que supongo se apuntarán los de Toledo…) que no podrá resistirse. Habrá quien me diga no sé qué de la libertad, del emprendimiento, de los nichos de mercado, del dinero que estos eventos dejan en Sevilla… como si yo acaso estuviera atacando aquí el libre albedrío, la película que cada cual se monta en su cabeza o el derecho a despachar comandas de serranitos con pimientos como si no hubiera un mañana. Antes bien, lo que vengo a poner de manifiesto es que esta tendencia, en los peores casos, acaba convirtiendo el centro en un despidedódromo vocinglero, y contrasta con los mensajes de turismo y ocio sostenible y respetuoso con la vida cotidiana de la ciudad. Sirva al menos este artículo para advertirle de que, si ve un pene gigante avanzar hacia usted, no corra. Probablemente albergue en su interior a una señora prometida.

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