Ni VPO ni león de la Metro

JORNADA de obligadas comparaciones entre lo que vivimos en Estados Unidos (todo lo suyo nos concierne e influye) y lo que ocurre en nuestro territorio, tan marcado por la sociedad de consumo inventada por los norteamericanos. Lo que darían los asesores de Obama por hacer política en una sociedad como la sevillana, donde aumenta el paro una y otra vez pero el vecindario no siente herido su orgullo ni se rebela ante la sensación de que su futuro equivale a más pobreza. Por contra, no serían capaces de soportar sin dimitir una movilización como la activada por los funcionarios de la Junta contra la grave alteración laboral de la Administración en favor de quienes no han ganado una plaza. Entre otras razones, porque en Estados Unidos muchos colectivos sociales se unirían a los funcionarios al darse cuenta de los principios generales que están en juego.

En Sevilla, obviamente no hay capacidad para estímulos a la economía como los gigantescos que maneja la Reserva Federal en Estados Unidos, manejando la cotización del dólar o la emisión de deuda pública. En nuestro pequeño mundo, se soñaba con la construcción de viviendas de protección oficial para activar el empleo y el consumo. Ayer se confirmó en Sevilla que las VPO seguirán siendo un espejismo porque no hay dinero.

A quienes han creído con ingenuidad que Estados Unidos iba a ser con suficiencia la misma locomotora de los últimos cincuenta años para sacarnos de la crisis mientras nos entreteníamos viendo su cine y sus telefilmes en sesión continua, se inquietarán al constatar que la Metro Goldwyn Mayer, la mítica productora de Hollywood, ha entrado en quiebra después de estar cinco años de mano en mano de multinaciones y de fondos de inversión que no han sido capaces de reflotar su ruina. Si no han salvado al león de la Metro, no se quede de brazos cruzados pensando que le va a salvar Tom Cruise.