La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Vox, papá Djokovic y otros especímenes

Vox se suma al papá de Djokovic y a los negacionistas. Afortunadamente hay vacuna: no votarlos

Dijo Nadal sobre el caso Djokovic: "Lo único que puedo decir es que creo en lo que dice la gente que sabe de medicina, y si la gente dice que tenemos que vacunarnos, tenemos que vacunarnos. Pasé por el Covid-19. Me han vacunado dos veces. Si haces esto, no tienes ningún problema para jugar aquí. El mundo, en mi opinión, ha sufrido demasiado como para no seguir las reglas". Son palabras razonables y solidarias que todo aquel que no rebuzne comparte. Y por ellas lo han linchado en las redes, puesto como los trapos los negacionistas, convertido en su bestia negra los antivacunas y considerado un enemigo público los serbios encabezados por el señor padre de Djokovic, que compara a su niño con Espartaco y con Jesucristo, lo considera víctima de "la injusticia, el colonialismo y la hipocresía" y lo ha nombrado "símbolo y líder del mundo libre, del mundo de las naciones y las personas pobres y necesitadas".

Más lamentable, para nosotros, es que desde un (según las encuestas) ascendente partido español, Vox, versión de derecha populista de lo que Podemos representa como izquierda populista, se compartan los argumentos del papá de Djokovic y los negacionistas. "Djokovic ha puesto en total evidencia ante el mundo la irracionalidad y perversidad de la política de control social impuesta con un motivo que ya es pretexto, el Covid. A Djokovic le debemos mucho…", ha tuiteado el errático europarlamentario Hermann Terstch. Javier Torres, encargado de comunicación de Vox en el Congreso, ha echado más imaginación al asunto al unir el aplauso al tenista y la xenofobia: "Trámites burocráticos al margen, Djokovic antepone sus convicciones a ganar un Grand Slam. La mayoría hubiera pasado por el aro de la vacunación. Hay muy poca gente sin miedo a estar fuera del rebaño… Aplaudís, pobres lacayos, que Australia impida la entrada a una persona sana. Con la misma jeta obligáis al humilde españolito a tragarse en su barrio a hordas de ilegales". Para no quedarse atrás, Isidoro Sevilla, responsable nacional de comunicación interna de Vox, ha añadido: "El tenista Djokovic ha ganado algo más valioso que cualquier medalla de oro: ser un símbolo de la lucha por la Libertad real en todo el planeta. Frente a la dictadura sanitaria, ha antepuesto sus principios, aunque suponga no jugar y perder dinero. Estamos ante un héroe actual". Contra estas cosas no hay vacunas. O sí: no votarles.

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