Para acabar, un solteros contra casados

El Betis confirmó una infamante salvación matemática ganando a Osasuna con facilidad

09 de julio 2020 - 02:41

Había la intranquilidad dimanante del deber no cumplido, pero a los cuatro minutos se tranquilizaba el bético para que a continuación estuviéramos ante un partido que más parecía de solteros contra casados que de LaLiga. Uno llegaba con el objetivo archicumplido, mientras que el anfitrión acudía a la cita con prisas por resolver su papeleta de una vez. Y muy pronto se encarriló la cosa con el debut goleador de Guido como verdiblanco.

A la media hora, una larga y bonita combinación hizo que Pedraza llegase hasta la cocina navarra para dejar sentenciado el partido. A partir de ahí, un sesteo compartido que parecía dar la imagen de prisas porque todo tocase a su fin. Al fin, la angustia se aparcaba para dar paso a una reconsideración del lamentable curso protagonizado por la tropa verde, blanca y verde. Lo que queda de campaña sólo servirá para maquillar o para afear todavía más el rol recitado.

Esta mala experiencia debería servir para que en el Betis se cuide como se debe el apartado deportivo, que es, no se olvide, el basamento para que funcione un club de fútbol. Los groseros errores de concentración mayormente en defensa nunca deberían repetirse, pues igual que la temporada acaba sin sangre, con esos errores tan habituales, el batacazo no hubiera sido por casualidad. Por eso, el solteros contra casados de ayer debe ser el concluyente punto final.

La planificación de futuro inmediato ha de hacerse bajo la premisa indispensable de no caer en los errores de esta campaña. Una cosa es respetar el estilo que impuso Setién y descalabró Rubi y otra muy distinta el pecado de absentismo y de pasividad que tantas veces ha mostrado este Betis. Hay que hacer examen de conciencia para saber qué se hizo mal y qué procede para un futuro que se anuncia para más temprano que nunca y que no puede ser una repetición.

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