Juan Luis Pavón

Los animales del Ringling

PASA LA VIDA

05 de noviembre 2009 - 01:00

ESTÁ en Sevilla por vez primera el Ringling Brothers, Barnum & Bailey. El circo que desde Estados Unidos marcó una época en este tipo de espectáculos, desde el cine en technicolor a las primeras retransmisiones televisivas. Francisco Andrés Gallardo también debe tener vivo en su memoria histórica y mediática el recuerdo de las grabaciones que hace 30 años emitía TVE, siempre en jornadas navideñas, con las grandes atracciones del Ringling. Me quedaba boquiabierto, con la merienda por delante, en relación a lo que veía en el circo que llegaba cada año al real de la Feria. Parecía algo tan mítico e inalcanzable como la NBA en el baloncesto.

Pero el tiempo pasa y cambia el punto de vista. La irrupción del Circo del Sol cambia el paradigma sobre el arte circense, y su propuesta teatral, sin necesidad del safari de los animales enjaulados porque ya no son exotismo (son carne de documental televisivo en la sobremesa sin salir de casa y sin cazarlos), empatiza con la creciente conciencia de las familias para rehuir el uso y abuso de los animales como reclamo. La compañía canadiense convierte en obsoletos conceptualmente a los circos norteamericanos por mantener en sus espectáculos los números de elefantes o tigres.

El Ringling está en Sevilla y la organización Anima Naturalis convoca hoy un acto, junto a Los Verdes, para dar pruebas del trato que se le da en este circo a los animales de domadores antes de que salgan a la pista. Le critican por tener causas abiertas en siete estados norteamericanos por maltrato a los animales. La organización Asanda alertó al Ayuntamiento de Sevilla para que los veterinarios municipales estén ojo avizor. En este contexto, el formidable talento de sus acróbatas, payasos o equilibristas queda eclipsado al formar parte de una empresa que no ha renunciado a una práctica caduca y polémica. Y la mirada hacia el Ringling ya no puede ser de asombro porque el niño descubrió la cara oculta del mundo.

stats