Un atentado de lesa sevillanía

Ríos caudalosos de tinta derramada sobre el papel llorando el latrocinio cometido en la plaza de San Lorenzo. Está dando mucho de sí la salvaje tala de los plátanos que sombreaban uno de los emblemas urbanos de nuestra ciudad. Ni siquiera la instalación de árboles del fuego con su luminosidad en los ocasos primaverales consuela por la pérdida de la frondosa arboleda que hacía de San Lorenzo una especie de claustro intimista y entrañablemente acogedor. Ríos de tinta sobre algo que ya no tiene remedio, pero que podrían incidir en que estas cosas no vuelvan a ocurrir. El descuido de los árboles y la desmañada actuación en las obras traen como consecuencia este drama de San Lorenzo, conque a ver si se esmeran jardineros y albañiles para que esto no se repita. Y es que esto es un atentado de lesa sevillanía en el mismísimo corazón de una Sevilla que se nos va.