Posiblemente sea la benignidad de los mercurios lo que esté demorando la colocación de los toldos en el centro de la ciudad y por ello habría que advertir que dicha bondad térmica tiene cercana su caducidad. El verano entra el domingo, festividad de San Luis Gonzaga, y aseguran que viene a bayoneta calada, con los mercurios disparados hacia los cuarenta grados. Quiere decirse que nos cogerá desprovistos del parapeto de las velas y ya que estamos metidos en cuestión tan veraniega habría que apuntar una nueva calle a la nómina. Se trata de la ya semipeatonal Baños, una vía orientada de este a oeste a la que, claro, le da el sol durante todo el día. Y diseñada para ir de infantería, buena sería esa protección, mayormente para esas colas que el estado de alarma aconseja para evitar aglomeraciones en los comercios. Toldos en Baños ya, señor alcalde, por favor.